“No creemos ser merecedores de tal discriminación, en estos tiempos en que en la sociedad toda apunta a la eliminación de ésta, en todos los ámbitos”. Es parte del argumento esgrimido por los 46 funcionarios de la Comisión Administrativa del Poder Legislativo, que ayer se negaron a concurrir a una ceremonia de entrega de medallas, en reconocimiento a la “trayectoria” de quienes cumplieron 30 años de servicio.

Otros 40 funcionarios sí concurrieron al homenaje, encabezado por el presidente de la comisión, Danilo Astori, ya que ellos sí aceptaron que las medallas sean enchapadas en plata, y no de oro macizo, como venía siendo durante los últimos años.

Los 46 empleados desconformes plantearon formalmente, en una carta a la que accedió la diaria, que en anteriores oportunidades las medallas eran de mejor calidad, y ponen como ejemplo que las últimas 28 condecoraciones con medallas de oro costaron 509.600 pesos.

“Las que se pretenden entregar en esta oportunidad no son del mismo material, sino que por lo contrario [son de] un material sensiblemente inferior, razón por la cual el costo es naturalmente menor, pues el costo total de las mismas asciende a 114.840 pesos, por las 86”, se quejaban los funcionarios -ingresados entre 1979 y 1980-, en la misiva que le enviaron el 20 de setiembre a la Mesa Directiva del sindicato de la Comisión Administrativa.

Dos semanas después, el 4 de octubre, el secretario de la Comisión Administrativa, José Fernández, manifestó en otra nota que discrepaba “absolutamente” con la tesis de la “discriminación” manejada por los funcionarios. En esa carta, Fernández les explica a los empleados del Poder Legislativo que la entrega de medallas pretende ser “un estímulo y un momento de encuentro” con los funcionarios y, por eso, resulta “totalmente ajeno a ello el valor económico del objeto que se entregue como muestra de reconomiento”.

“La mera consideración del valor económico de mercado del objeto que se entrega, como se hace en la nota referida, resulta una circunstancia claramente accesoria y secundaria”, señalan las autoridades de la Comisión Administrativa, antes de explicar que el cambio de material de las medallas se resolvió a partir de “principios de austeridad y buena administración”. “Por consiguiente, nada más ajeno a la discriminación”, concluyen las autoridades de la unidad ejecutora.