Anoche seguían las tareas para sofocar el fuego que comenzó el viernes en el balneario de Rocha. Se trata del primer siniestro de estas características en el arranque de la temporada, y todo indica que el origen fue la negligencia humana. Por eso las consecuencias de las llamas llegaron hasta el Consejo de Ministros, que ayer analizó la situación y resolvió poner en marcha un control estricto de la reglamentación que determina la limpieza de los terrenos por parte de sus dueños.

“El principal problema encontrado es que los terrenos privados eran de muy difícil acceso y se encontraban sucios. Se quemaron montes naturales con mucha suciedad de hojarasca, así como pinos, acacias y eucaliptos cortados a la mitad o tirados en el terreno”, informó Diego Cánepa, prosecretario de Presidencia y titular del Sistema Nacional de Emergencias. En este sentido, mencionó que un informe de la Intendencia de Rocha acerca de la titularidad de los predios incinerados y de otros aledaños concluyó que están abandonados desde hace años y que pertenecieron a distintos dueños. Cánepa indicó que se trabaja para ubicarlos. “Se tomarán todas las acciones legales correspondientes, existen normas en el Código Penal que sancionan a los responsables, culposos o dolosos, de los incendios”.

Para evitar este tipo de situaciones, desde el gobierno, en acuerdo con las comunas costeras, se implementó a principios de este año un mecanismo que permite que personas privadas de libertad sean contratadas para la limpieza y desmalezamiento de potenciales focos ígneos en espacios públicos. Por eso el énfasis en la responsabilidad de los propietarios de viviendas, como así también de los turistas, tanto en el mantenimiento y limpieza del predio propio como en el uso responsable de los lugares comunes. La cuestión de fondo es el gasto que el Estado debe hacer en situaciones como éstas, además de los recursos que en materia turística pueden dejar de ingresar.

El incendio ya se encuentra bajo control, según comunicó Cánepa en base a los reportes recibidos desde Rocha, aunque no pudo ser extinguido por completo. Más de 300 personas trabajan en el control, monitoreo y apagado, incluyendo el refuerzo de 150 bomberos que el SINAE decidió enviar en las últimas horas. La primera tanda de 50 llegaron al lugar ayer y hoy lo hará el resto. “El gran problema existente es la variación del viento, que hace muy difícil la contención del fuego dentro del perímetro”, precisó el jerarca, quien destacó que hasta el momento no hay personas ni casas afectadas.