La frase que titula estos párrafos pertenece a la canción “Negros de mierda”, de autoría desconocida. Hay quienes dicen que este tema pertenece a José Francisco Córdoba, El Chivi, un cantante español nacido en 1977 que se proclama como “pornoautor”. Sin embargo, el que quiera buscar a quién pertenece el tema que habla de los negros, que data de fines de los 90, se encontrará con varias defensas de fanáticos de El Chivi. Ellos explican de múltiples maneras que esa famosa canción es imposible que haya sido escrita e interpretada por el cantante madrileño, entre otras cosas por el lenguaje “sudamericano” que utiliza. Es que las palabras “chorizo”, “tetra”, “birra” se van sucediendo mientras avanzan los minutos.
El disparador de este tema es lo ya trillado por los medios estos últimos dos días: la Football Asociation (FA) sancionó a Luis Suárez con la suspensión de ocho partidos y la suma de 40.000 libras, algo así como 62.800 dólares. ¿Por qué? En un partido de la Premier League entre el Manchester United y el Liverpool (histórico clásico inglés que surgió por la “pica” entre ambas ciudades en épocas de la Revolución Industrial) Suárez fue acusado de insultar al jugador francés Patrice Evra y referirse hacia su persona como “negro”. Después se entretejieron algunas versiones más, como el “no me toques, sudamericano” de Evra a Luisito.
¿Los uruguayos somos racistas? No lo sé, pero a juzgar por el muro de Facebook de Patrice Evra (http://www.facebook.com/patriceevrafootballer), o en la mayoría absoluta de los foros públicos de dominios .uy debería darnos vergüenza jactarnos de pueblo solidario y amante de nuestras tradiciones. Entre ellas, la Cultura Afrouruguaya, con la cual sacamos pecho permanentemente y recorremos nuestros barrios candomberos para gozar al ritmo de las lonjas. En el muro del lateral francés del Manchester United hay infinidad de comentarios de yoruguas que tratan de hacer justicia por mano propia. Los comentarios racistas se van acumulando apenas pasan las horas. De las peores miserias humanas quedaron estampadas en ese lugar cibernético. El sentimiento de patrioterismo corrió como reguero de pólvora en nuestro país y el racismo quedó blanqueado en las primeras de cambio. Si Nicolás Chauvin se levantara de su tumba y se enterara de que en un pequeño país la derivación de su apellido (Chauvinismo) se hizo fuerte en 48 horas, le da un patatús. Claro, un negro nos metió la mano en el bolsillo.