Al mediodía el hall de la Torre de Antel estaba repleto de gente. La gran mayoría de los presentes no sobrepasaba los 40 años de edad. Alrededor de las 12.30 se habilitó el ingreso a la sala, y una fila ancha y larga de gente se elevó por las sucesivas escaleras en zig zag.

Vivienda social

El sorteo ha sido la modalidad elegida por la ANV para otorgar las viviendas a los aspirantes. Se trata de casas que pertenecían a la cartera social del Banco Hipotecario del Uruguay, que en 2009 pasaron a la ANV y contando las unidades habitadas y deshabitadas suman un total de 32.000 viviendas, que conforman 400 conjuntos habitacionales de todo el país. Gerardo Calvar, jefe del departamento de comercialización de la ANV dijo a la diaria que cuando el organismo recibió la cartera social había alrededor de 900 viviendas catalogadas como vacías, aunque no todas estaban libres, en muchos casos estaban ocupadas por familiares del primer propietario. Ésta es la tercera fase del Plan de Acceso a Vivienda Usada Reacondicionada de la ANV, mediante la cual se adjudican 54 viviendas en Montevideo (entre 580 inscriptos) y 211 en el interior del país (entre 468 inscriptos), donde ya se han realizado algunos sorteos, como en Rocha y Canelones. A través de las dos fases anteriores la ANV comercializó 400 casas: 186 en la primera, realizada en julio de 2009 (137 en Montevideo y 49 en el interior); y 214 en la segunda fase, sorteada en noviembre de 2009 (99 en Montevideo y 115 en el interior). En abril de 2011 se abrirá el llamado para una cuarta fase. Pueden acceder al plan personas o núcleos familiares que: no sean propietarios ni prominentes compradores de ningún inmueble; cuenten con un ingreso líquido de entre 9.400 y 35.200 pesos; no tengan incumplimientos vigentes ni más de cinco entradas en el Clearing de Informes; tengan menos de 75 años al cumplirse el plazo total de financiación. Luego de la inscripción la ANV hace un análisis crediticio del postulante. Por más información, visitar www.anv.gub.uy, llamar al 17217 o acudir a las sucursales de la ANV.

Se sorteaba la adjudicación de 53 casas, la mayoría de las cuales eran de Euskal Erría (Malvín Norte) y Complejo América (Colón), el resto estaba disperso en complejos de diferentes barrios. En realidad la tercera fase del Plan de acceso a Vivienda Usada y Reacondicionada incluye 54 unidades en la capital (ver recuadro) pero se sortearon 53; una estaba destinada a personas con discapacidad y hubo un único inscripto, a quien se le adjudicó directamente.

Una de las mayores virtudes del plan es la accesibilidad. Se solicita un ahorro previo de 5%, un porcentaje "bastante menor al que se requiere en los bancos", dijo Carlos Mendive, presidente de la Agencia Nacional de Viviendas (ANV). Además, la cuota se establece en función de la vivienda para que pueda pagarse en 15 años; el precio total de las casas va de 17.000 a 45.000 dólares.

La recuperación de esas viviendas, muchas con abandono de larga data, es realizada por la ANV paralelamente a la adjudicación (las llaves deben ser entregadas en un plazo máximo de seis meses). Mendive precisó que el monto estimado para la refacción de las que se comercializan en esta tercera fase ronda los nueve millones de dólares. Actualmente esas casas permanecen bajo custodia policial. El jerarca dijo a la diaria que la ANV ha hecho "un refuerzo de los temas de seguridad en todo el stock de inmuebles", dentro del que hay viviendas, terrenos y esqueletos de edificios sin terminar.

Buenas y malas

Sobre las 13.30 se realizó el sorteo de las viviendas de cuatro y tres dormitorios; a las 15.00 le tocó el turno a las de uno y dos. El sorteo abarcó a la totalidad de inscriptos, porque es común que muchos de los interesados desistan, y el orden de prelación les permitirá elegir antes que al resto.

Todas las personas con las que dialogó la diaria estaban cansadas de alquilar o de vivir con familiares. Todos tenían preferencia por algún barrio; no les servía cualquiera ya fuera por motivos de cercanía al trabajo, por donde residen actualmente o simplemente porque no les gustan determinadas zonas. Tal fue el caso de Elizabeth, una mujer que aguardaba con Germán, su hijo de 18 años, quienes alquilan desde hace 21 años en Peñarol y que aspiraban a algunos de los apartamentos de Parque Posadas; ella se negaba a vivir en un barrio más alejado, pero el muchacho estaba más proclive a aceptar el que consiguieran.

Sandra, de 38 años, había participado en todos los sorteos de la ANV e incluso la habían llamado un año después del segundo, pero no le servía cualquier barrio; aspiraba a viviendas de Casavalle, Euskal Erría (algunas torres, especificó) o Malvín Alto.

Víctor Hugo, de 48 años, manifestó estar muy contento con el sorteo “para clase media trabajadora” e indicó que le servía cualquier barrio; dijo que quería mudarse con su compañera, pero que por el momento ni siquiera buscaban casas para alquilar, porque ya sabían que no podrían pagar los altos precios. Ninguna de estas personas ocupó, ni cerca, los primeros puestos.

En cambio, María José, de 27 años, y Raúl, de 47, salieron sorteados en el primer puesto de la vivienda de cuatro dormitorios y manifestaron su alegría con risas, llantos y abrazos. Dijeron a la diaria que optarán por la zona de Casavalle, porque el padre de él reside en Sayago. Hasta ahora vivían “apretados” al fondo de la casa de los padres de ella, en una construcción de un dormitorio, con sus tres niños de dos, cuatro y siete años.

Carlos y Beatriz, de 31 y 32 años, fueron los primeros sorteados para las casas de tres cuartos. También estaban felices, aunque hubieran preferido una casa, con fondo y frente en lugar de un complejo habitacional. Casados hace dos años, viven al fondo de la casa de la madre de él y dijeron que ahora sí darán cabida al deseo de “agrandar la familia”.