Conexiones

Carrasco Nobile es la empresa adjudicataria de la concesión. Realiza la reconstrucción del edificio y a cambio operará el casino y el hotel durante 30 años. Está integrada por Codere (compañía multinacional española en el sector de juego privado que integra también Hípica Rioplatense) y Argentina Gaming Group (compañía Argentina con experiencia en el negocio del entretenimiento y juegos de azar). Sofitel será la marca responsable de la operación hotelera, con la que tiene un acuerdo Carrasco Nobile. De origen francés, Sofitel forma parte del grupo Accor. Tiene una red internacional de hoteles cinco estrellas en más de 50 países y se caracteriza por desarrollarlos tanto en edificios históricos y emblemáticos como en vanguardistas. Simeri y Agustina Esperón son las empresas contratistas con las que Carrasco Nobile firmó contratos para hacer la restauración exterior e interior del hotel, respectivamente, ambas argentinas radicadas en Uruguay a partir de esta obra. Syasa es un grupo asesor contratado por Carrasco Nobile para la dirección de la obra.

Las obras comenzaron entre setiembre y octubre de 2010, el tiempo de proyección estimado es de 20 meses. Los responsables señalaron que se viene cumpliendo con el cronograma previsto y confían en que podrán inaugurar el edificio a mediados de 2012.

El hotel está ubicado en el barrio residencial de Carrasco, sobre la rambla República de México. Fue creado en 1921 para un público de élite, que es también al que se orientará en esta nueva etapa, puesto que se proyecta como un lujoso hotel que “por las características edilicias, por la historia que tiene y por lo que representa, tiene todas las condiciones para que sea el hotel más importante y más representativo del Uruguay”, dijo a la prensa Guillermo Arcani, director ejecutivo de Carrasco Nobile, quien agregó que el “Sofitel Casino Carrasco” va a ser por sí mismo “un destino para el mercado internacional”.

La obra tiene un costo total de 60 millones de dólares, de los que hasta ahora se han invertido 15. Actualmente emplea a 250 personas, la gran mayoría de los cuales son uruguayos, y se asegura que el número ascenderá hasta unos 500.

Remodelación exterior

Ángel Ficco, arquitecto encargado de restauración del grupo Syasa, detalló que se han hecho “obras que son de carácter estructural complejo, como asegurar toda la impermeabilización del predio y construir toda la parte de estacionamientos subterráneos alrededor del edificio [que tendrán capacidad para 197 vehículos]. Son trabajos estructurales muy complejos y han salido muy bien”.

Para la impermeabilización de los estacionamientos subterráneos se construyó una pared perimetral que según los responsables es “la obra de muro colado más importante que se ha hecho en Uruguay” con la finalidad de “evitar que todas las napas de agua ingresen en esta zona del subsuelo; el espesor del muro es de 40 centímetros, son 420 metros perimetrales y 14 metros de profundidad”.

Lo que era la sala del casino y la marquesina metálica que estaba en el área del acceso principal fueron demolidas, porque no formaban parte del edificio original y limitaban la vista. “El hecho de haber sacado el viejo casino de acá, lo que hace es integrar todas las áreas comunes con la rambla, toda esa estructura que no era original lo que hacía era tapar visualmente la integración del piso con la rambla”, dijo uno de los arquitectos frente al gran pozo que llevará encima una plaza arbolada, que incluirá las rampas de acceso. De los sitios donde hoy construyen los estacionamientos extrajeron mil camiones de arena, que llevaron a la playa del Buceo.

Reconstrucción interna

El primer piso es lo que se denomina piano nobile: incluye el lobby, salón de eventos, restaurante, lounge bar y el área de pasillos de circulación con escaleras y ascensores.

El local fue removido por completo; se quitaron las aberturas, se levantaron los pisos, se quitaron los vitraux de los techos para restaurarlos y se estaba en el reacondicionamiento de paredes. Desde el piso ahora se visualizará la rambla sin obstáculos.

Ficco afirmó que “lo único que queda del hotel como patrimonio” es “la cáscara exterior y el piano nobile”. Y agregó: “Nuestra intervención no es invasiva, vamos siempre a intentar, si tenemos los medios tanto técnicos como de sapiencia, de volver al estado original, a esa mano de obra que tenían los artesanos de hace 100 años. Toda la gente que va a trabajar dentro del piano nobile hoy tiene esas características. Hemos encontrado mucha buena mano de obra local, estamos tomándola como un semillero y la vamos a hacer intervenir dentro del piano nobile”.

El arquitecto puntualizó: “acabamos de desembarcar, estamos buscando antecedentes de la historia, lo que nosotros llamamos un decapado, vamos sacando con un bisturí, es un bisturí quirúrgico, vamos decapando capa por capa y vamos viendo lo que está por debajo de cada capa de pintura”, dijo. Minutos después vimos una mujer que hacía el trabajo, raspando minuciosamente las paredes que hasta ahora eran de color crema. El profesional resaltó que en el salón de eventos “es en el único lugar donde hemos encontrado oro en todos los capiteles”, lo que fue un “grato imprevisto”, como lo catalogó Arcani, pero que insume el doble de trabajo en la restauración.

Algo similar se hará con los techos y las bóvedas; Ficco dijo a la diaria que el techo del salón oval era de zinc y que hoy, con casi cien años “está todo cristalizado, lo tocás y se rompe, entonces se matriza el dibujo que tiene la teja de zinc y se vuelve a hacer con zinc del siglo XXI”. Indicó que el objetivo es que la restauración dure cien años.

Recorrimos el segundo piso, área destinada a habitaciones, las que suman un total de 116; allí sí, las paredes eran picadas para ser reconstruidas. Sin las aberturas correspondientes soplaba un viento frío desde la rambla, y se nos recordó que el lugar contará con aislación térmica y sonora.

Por último, bajamos al subsuelo, donde estarán las salas de juego, el spa y las piscinas climatizadas. Allí las máquinas avanzaban con sus palas extrayendo escombros y podían verse las paredes construidas con piedra; Ficco precisó que los elementos utilizados en la construcción del edificio original fueron piedra y acero, mientras que el ladrillo sólo se empleaba para armar las bovedillas.

Arcani comentó que la Comisión Nacional de Patrimonio y la Comisión de Patrimonio de Carrasco y Punta Gorda han visitado las obras y que dieron “un respaldo muy grande”. Se dijo que esta última concurrió hace dos semanas y tiene pensado ir asiduamente “para hacer un seguimiento y también con el interés de aprender” sobre la remodelación de un edificio emblemático.