La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), los ministerios de Educación y Cultura (MEC) y de Desarrollo Social (Mides), la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) impulsan conjuntamente, desde 2010, el programa Compromiso Educativo.
La sesión de ayer tuvo lugar en la sala Paulina Luisi del anexo del Palacio Legislativo. Una de las plateas laterales estaba ocupada en su totalidad por integrantes de las instituciones coordinadoras del programa; expusieron José Seoane, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP; Ricardo Ehrlich, ministro de Educación y Cultura; Ana Vignoli, ministra de Desarrollo Social, y Rodrigo Arocena, rector de la Udelar.
En la platea del medio, la más numerosa, estaban los legisladores. Además de los integrantes de la comisión, la sesión era abierta a la totalidad a diputados y a la comisión de Educación y Cultura del Senado, dadas las críticas manifestadas por parte de la oposición respecto a este proyecto. La otra platea lateral fue ocupada por representantes de la prensa a los que sobre la hora se permitió ingresar a la sesión.
Bajado a tierra
El programa está dirigido a los alumnos de 4º año de liceos y escuelas técnicas, con el objetivo de que no abandonen los estudios. De acuerdo a los datos del anuario estadístico 2009 del MEC, completó los seis años de educación media sólo 35% de los jóvenes de entre 21 y 22 años, y justamente, el principal objetivo planteado por el equipo de gobierno para este quinquenio es la universalización de ese nivel académico; cabe aclarar que a partir de diciembre de 2008, cuando se aprobó la actual Ley General de Educación, la obligatoriedad pasó de tercero a sexto grado de enseñanza media.
Seoane explicó que esencialmente el programa se conforma por tres componentes. Uno de ellos es la firma de un acuerdo formal entre el estudiante, el centro educativo y los referentes adultos del alumno; el presidente del Codicen aclaró que el compromiso se asumirá entre los tres actores interrelacionados. A partir de las consultas de legisladores (principalmente el diputado nacionalista Pedro Saravia y el senador colorado Tabaré Viera) sobre la contrapartida exigida a los estudiantes, Seoane respondió que deberán cumplir con la asistencia y con un rendimiento curricular. Detalló que éste se construirá con cada estudiante, considerando sus posibilidades “de modo que se construyan objetivos que para él sean alcanzables, que no funcionen como un motivo más de desaliento o de imposibilidad”. “No queremos poner la valla tan alto que el estudiante tropiece con ella, ni tan baja que no signifique un esfuerzo y un compromiso importante”, explicó. Ese compromiso será monitoreado por un articulador pedagógico, que es un docente del centro educativo, electo para esa tarea y para coordinar el programa en el centro junto con el equipo de dirección.
Las becas de estudio conforman el segundo componente del programa. Se otorgarán 8.000 pesos en cuatro pagos a cambio de la firma del mencionado acuerdo; en 2011 se darán 1.600 becas. Seoane explicó que para seleccionar a los estudiantes se considerará “el índice de carencias críticas -es el usado para el otorgamiento de las asignaciones familiares-, pero además se incluirán datos relacionados con la trayectoria educativa y con los obstáculos o dificultades que el estudiante concreto tiene para continuar estudiando”; entre otras cuestiones, dijo que se valorarán los motivos por los que solicita la beca, la consideración de su situación laboral, si tiene hijos, si tiene alguna discapacidad, o, por ejemplo, si una estudiante está embarazada.
El tercer componente está conformado por los referentes pares, que son estudiantes de educación terciaria que honorariamente se suman al proyecto para ayudar a los de educación media. Hoy cierran las inscripciones para los estudiantes que deseen ser referentes; hasta ayer había 830 inscriptos. El presidente del Codicen puntualizó que si bien las becas son limitadas, no lo es el apoyo de los referentes. Los distintos oradores valoraron este componente -que lo diferencia de otras becas económicas que otorga el MEC- por la solidaridad de los inscriptos, a los que se les exigirá el doble ejercicio de reestudiar lo que quieren enseñar.
Los diputados Gustavo Espinosa y Juan Manuel Garino fueron quienes realizaron las principales críticas partiendo del supuesto de que el programa estaba dirigido a estudiantes que no estudiaban ni trabajaban. Los impulsores del programa debieron aclarar en varias instancias que el compromiso se establecería con adolescentes que estuvieran cursando.
Los referentes van a ser formados y acompañados en su tarea; dependerán del articulador pedagógico y también firmarán un acuerdo.
En 2011 el programa se desarrollará en ocho departamentos: Artigas, Canelones, Colonia, Montevideo, Paysandú, Rivera, Salto y Soriano. Se concretará en nueve escuelas técnicas y 30 liceos. Ehrlich detalló que el número de 1.600 becas “va prácticamente a triplicarse en 2012 y va a seguir aumentando hasta multiplicarse hasta casi por seis en 2014”. Agregó que si el programa amerita una ampliación, será comunicado a los legisladores.