“Tendrán que combatir a una generación tras otra, hasta que su vida esté arruinada, sus días se vean alterados y ustedes afronten la desgracia. La lucha entre ustedes y nosotros no sólo estuvo liderada por Osama”, sostuvo un comunicado difundido ayer, atribuido al líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, Nasser al-Wuhayshi. “Lo que está por llegar es más grande y peor [...] más intenso y dañino”, aseguró en el texto publicado en la web islamista As-Ansar. “Díganles a los estadounidenses que los rescoldos de la Yihad están más vivos y encendidos que cuando el jeque vivía”, concluyó.

Esta reacción de Al-Wuhayshi fue la primera de un líder de Al Qaeda a la muerte de Bin Laden, quienes también reaccionaron fueron los familiares del islamista. El diario The New York Times publicó el martes una carta supuestamente escrita por Omar bin Laden con el aval de otros hijos del dirigente de Al Qaeda.

Omar, de 30 años, dejó su hogar en 1999 junto con su madre por estar en desacuerdo con las ideas y los métodos de su padre. “Como él [Omar] condenaba a nuestro padre, nosotros condenamos ahora al presidente de Estados Unidos por ordenar la ejecución de hombres y mujeres desarmados”, dice la carta.

La misiva lamenta además la falta de “pruebas concluyentes” sobre la muerte de Bin Laden, cuestiona que su asesinato “violó el derecho internacional de manera flagrante” y señala que el líder de Al Qaeda no tuvo un juicio justo. “Si fue asesinado en la operación, tal como dijo el presidente de Estados Unidos, nos preguntamos por qué un hombre desarmado no fue arrestado y juzgado ante un tribunal”, manifiesta. En el texto, los hijos reclaman una investigación sobre lo ocurrido en el operativo, y agrega que si no reciben respuestas a estos cuestionamientos, evaluarán recurrir a la justicia internacional.

“Ahora que la operación ha concluido, esperamos que el gobierno de Pakistán libere y entregue a todos los menores de la familia y que todos los miembros sean repatriados a su país de origen, especialmente las mujeres, para evitar una mayor opresión”, añade el texto.

Hasta ayer nadie negó la autenticidad de esta carta, que también critica con dureza que parte de la familia que vive en Arabia Saudita no fuera contactada para recibir el cuerpo, y que pide al gobierno paquistaní que libere y repatríe a los familiares que estaban junto a Bin Laden cuando murió. Dice que la forma de deshacerse del cuerpo del líder de Al Qaeda “degrada y humilla a su familia y a sus seguidores”.