El empate a la larga estuvo bien. El día estaba feo pero vos sabés que cuando hay fóbal en la vuelta a nosotros los loquitos de la globa no hay lluvia que nos pare. El primer tiempo fue precioso, caía con todo la garúa en el field del Centenario pero los primeros equipos de Defensor y Peñarol estaban palo y palo. Al toque el violeta salió a buscar la apertura en el marcador y se veía venir un lindo partido de fútbol. Es que el pibe Brahian Aleman, que tiene el diez en el dorsal, demuestra por qué juega en la posición de enlace: metió unas bochas bárbaras para las corridas de Nacho Risso y de David Texeira, que se las arreglaban para complicar la línea de cuatro que ensayó Aguirre para este encuentro. Varias fueron las apariciones que se dieron en Peñarol: se juntó un piberío en el 11 titular y cumplieron de manera más que aceptable su tarea. Pastorini hizo su debut en Peñarol, no así en Primera División, ya que había tenido minutos en su ex equipo Danubio. También jugaron los interesantes Heber Collazo y Facundo Guichón, de lindo manejo de balón. La cara ya conocida en la defensa fue la de Emilio MacEachen, y Yefferson Moreira también lo acompañó en el fondo. Todos tuvieron su momento, como lo tuvo también Aleman, quien jugó un gran partido y que, a pesar de que Sosa le contuvo un tiro penal, siguió mostrando jugarretas de un chico con mucha clase.
Clase también es la que tiene Luis Aguiar, quien tras gran jugada habilitó a Rodrigo Pastorini para que el pibe pusiera el 1-0. Defensor siguió intentando y Peñarol le respondió con un lindo cabezazo de MacEachen que se estrelló en el travesaño. Poco pasó para que Seba Suárez pusiera el 1-1 con un buen cabezazo entrando por el primer palo y cruzándola por encima de Sosa. Así se fueron al descanso, con terrible dinamismo y con mucho fútbol.
Llueve sobre mojado
La segunda mitad dejó poco en lo futbolístico. La cancha mojada presentó un partido rápido y de muchos resbalones. Peñarol no tuvo situaciones peligrosas como para que llegue el segundo, y Defensor con poquito logró complicarlo y convertir a Sosa en una de las figuras importantes. Es que Risso y Texeira estaban prendidos, y el ingreso de Adrián Luna le dio más aire en ataque. Tal es así que las jugadas ofensivas de color violeta se empezaron a suceder. Si no terminaban en las manos de Sosa pasaban cerca de los caños. El empate deja a Peñarol sin chance en la anual y lejos en el Clausura. Defensor, al no ganar, también dejó escapar una linda posibilidad de que el torneo se ponga apasionante en la recta final. En La Blanqueada se escuchó un “gracias totales”.