Se sabe poco de la vida personal de Sergio Bergman: nació en Buenos Aires, en 1962, es bisnieto de inmigrantes polacos, está casado y tiene cuatro hijos. El rabino, ordenado como tal en 1992, luego de haberse formado en Buenos Aires y en Israel, es un personaje muy mediático. La kipá bordada de flores multicolores que usa hace años en su cabeza pelada lo hace inconfundible.
El recorrido de este hombre llama la atención. Partió de la farmacéutica, disciplina en la que se formó y se diplomó en 1986 para llegar a convertirse en rabino, recibirse de máster en educación de un instituto rabínico de Jerusalén y finalmente tirarse de lleno a la política, a la que entró por la puerta del activismo ciudadano. El proceso culminó en mayo, cuando Mauricio Macri, quien se postula a la reelección como jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, lo colocó en el primer lugar en su lista de candidatos a diputados del legislativo porteño.
Esta alianza del rabino, que no integra ningún partido político, con un conservador, como es el dirigente de Propuesta Republicana (Pro) es un dato que muestra el peso que adquirió la figura de Bergman.
Antes de esa entrada formal a la vida política, Bergman fue uno de los fundadores de Memora Activa, la asociación de familiares de víctimas del atentado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos en junio de 1994. Pero, hoy en día, no hay ni una referencia a Bergman en ninguna de las páginas oficiales web oficiales de las dos instituciones judías. Según declararon en un comunicado los integrantes de la asociación que cofundó y de la cual fue luego vocero durante dos años, Bergman “se retiró en forma intempestiva y unilateral en marzo de 1996 expresando que Memoria Activa debía enterrar la causa AMIA”.
Estilo Blumberg
“Tengo una visión socialdemócrata: la equidad, la inclusión social”, dijo en 2006 el rabino al diario argentino Página 12, aunque aclaró: “Me muevo lo más rápido posible para no quedar” encasillado. Consultado en esa misma entrevista sobre su afinidad con Macri, respondió: “No tengo sintonía, salvo con algunos referentes” políticos, y citó al ex embajador menemista en Estados Unidos Diego Guelar y a la ahora diputada nacional del Pro Gabriela Michetti.
Cuando se supo en 2010 que el rabino iba a asesorar al gobierno porteño en temas de seguridad, la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA emitió un comunicado de repudio y calificó esa decisión de "mensaje político de muy bajo nivel por parte del gobierno de la ciudad".
En paralelo, Bergman lanzó su partido político, Movimiento de los Ciudadanos. Hasta ese momento se había negado a entrar en la política partidaria porque pretendía hacer “política cívica”.
La página web de Bergman, que tiene el lema “Me decidí por vos” -el mismo de su campaña electoral-, publica los principios de su movimiento político en los que se destaca declaraciones de respeto al medio ambiente. El punto nueve dice: “Nos comprometemos a asumir nuestras responsabilidades globales por la paz, la justicia, la equidad, el desarrollo sustentable y la protección del clima”.
Desde la época en que Bergman participaba en manifestaciones junto a los familiares de víctimas de la AMIA, las cosas cambiaron. Bergman es desde 2001 el titular de la principal sinagoga de Buenos Aires, que también es una de las más antiguas y emblemáticas de la ciudad, conocida como el templo de la calle Libertad.
Pero Bergman se destaca también por su militancia vinculada a casos policiales, en reclamo de más seguridad pública. Se hizo muy conocido el vínculo de Bergman con Juan Carlos Blumberg, gran defensor de la mano dura, que se convirtió en un actor de la política argentina luego de que su hijo fuera asesinado en 2004.
En 2008, Bergman apoyó también a la Mesa de Enlace, que nucleó a los productores rurales argentinos, en su pulseada contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández que introdujo impuestos a las exportaciones. Sus vínculos con la élite rural se mantienen. En el marco de la promoción de la gigantesca muestra agropecuaria que se realiza cada año en Argentina, la AgroActiva 2011, que se desarrollará del 9 al 12 de este mes, la jefa de exposiciones de la Sociedad Rural Argentina dijo a la local Radio Universal que en ese evento, “como siempre nos tiene acostumbrados, el rabino Bergman hablará de la problemática del sector y de la situación política del país”.
En 2008, además, Bergman militó contra la estatización de las Administraciones de Fondos de Jubilaciones y de Pensiones.
Cuando en marzo de 2009 el rabino fue uno de los principales oradores de una marcha contra la inseguridad, junto con Blumberg, desató gran polémica. En esa oportunidad dijo que no hay que confundir “el legado de Perón con la locura de Nerón”, en referencia al ex presidente Néstor Kirchner, y llamó a sus seguidores a no votar al oficialismo en las elecciones legislativas. Además, en esa ocasión, cambió la palabra “libertad” por "seguridad" al cantar el himno argentino.
En respuesta a ese acto, el periodista y columnista Hugo Presman le escribió una carta pública en la que le dijo “no te reconozco”, y destacó el cambio que a su entender sufrió el rabino desde su época de militancia en Memoria activa. “Ahora te buscaban, hacías declaraciones, te convertías en un referente moral. Aunque para ello estuvieras rodeado de admiradores del terrorismo de Estado, de la mano dura”, le reprochó el periodista que además criticó la alteración del himno que, a su entender, fue un hecho que “no es muy republicano”.
También se refirió a la formación inicial del religioso al decirle: “Vos, Sergio, el que tenía como referente a Marshall Meyer, al humanismo judío, el de la kipá multicolor, hoy bendecís a muchos de los discriminadores. Hablás de nuestros hermanos del campo. No te referís a los peones rurales. A los pequeños y medianos propietarios por fuera del modelo sojero, a los campesinos sin tierras o expropiados de la zona no pampeana. A ellos no los ves".
Como en 1993 egresó del Seminario Rabínico Latinoamericano, que proviene de la línea progresista del rabino Marshall Meyer, durante un tiempo se relacionó a Bergman con el progresismo. En 2009, la viuda de Meyer, Naomi, terminó por mandar una carta al diario argentino La Nación en la que escribió: “Quienes conocimos a Marshall sabemos que, como parte de su fe religiosa, estuvo en la Plaza de Mayo junto con las Madres durante la dictadura y visitó cárceles donde recluyeron a Jacobo Timerman y a tantos prisioneros políticos. Le ruego que deje de utilizar la figura de mi esposo sin conocer ni su obra ni sus verdaderos discípulos”.
Pluriactivismo
Con los años, Bergman tejió una red políticosocial y religiosa interconectada que le permite difundir sus múltiples actividades. Publicó varios libros en los que expone sus principios y teorías sobre la sociedad, en las que se mezclan las religiones con sus ideas políticas.
Por otro lado, el rabino es presidente de la Fundación Argentina Ciudadana, que él mismo creó y en el marco de sus actividades en ella da charlas en su templo. Se trata de una fundación que se destacó, por ejemplo, por su campaña de “lucha contra los motochorros”.
El religioso es además director ejecutivo de la Red de Acciones e Iniciativas Comunitarias por la Empresa Social, una organización sobre la cual no hay otra información en internet que las referencias vinculadas a Bergman. El rabino también lidera la Red Comunitaria de Fundación Judaica, la que fundó en 2007. En el marco de sus múltiples actividades, Bergman obtuvo varios premios. Ese mismo año recibió el Laurel de Plata del Rotary Club de Buenos Aires y la Fundación del Libro le adjudicó el premio anual a la Vocación Académica. Anteriormente, el Foro Ecuménico Social lo condecoró con el Premio 2006 al Emprendedor Solidario.
Al lanzar su candidatura junto a Macri, el rabino dijo: “Éste es mi lanzamiento a la política partidaria. Debemos de una vez por todas ser parte de la solución y no quedarnos lamentándonos por lo que sucede y terminar sin poder hacer nada”.
Declaró que desde su partido se “vislumbran prósperas conversaciones”, no sólo con el Pro, sino también con “la Coalición Cívica, la UCR [Unión Cívica Radical], el Peronismo Federal, el socialismo, Proyecto Sur, Partido de la Ciudad e independientes”. Es decir, toda la oposición al gobierno de Fernández.
Como candidato a diputado porteño, Bergman prometió “inclusión social, en una ciudad justa en equidad, en la seguridad coordinada con la ampliación del cuerpo de la Policía Metropolitana y en la lucha frontal contra el narcotráfico”. El rabino no habría llegado hasta ahí sin los talentos de orador que todos le conocen. Cuando lanzó su candidatura, el 24 de mayo, proclamó: “No nos van a correr con un Frente para la Victoria [en referencia al oficialismo]. Nosotros somos un frente para la República”.