Por primera vez en sus 110 años de vida, el Club Atlético River Plate, uno de los equipos más grandes de Argentina y el continente, perdió la categoría y en la próxima temporada jugará en la Primera B Nacional, principal categoría de ascenso del fútbol argentino. Tras haber perdido 2-0 como visitante ante Belgrano de Córdoba en el primer partido de la promoción, ayer los millonarios sólo pudieron igualar a uno con los celestes cordobeses, que de esta manera consiguieron retornar a la Primera División.

La consumación del descenso, una verdadera e histórica humillación para River, nada menos que para el club en el que supieron brillar, entre otros, jugadores de la talla de Ángel Labruna, Walter Gómez y Enzo Francescoli, provocó la ira de muchos de los hinchas que habían llenado el Monumental, quienes generaron tremendos incidentes, tanto en el interior como en las afueras del escenario riverplatense. Decenas de personas resultaron heridas tras los hechos que se prolongaron hasta varias horas después que finalizó el encuentro, que se jugó ante más de 50.000 aficionados, entre ellos 2.500 hinchas de Belgrano, que debieron permanecer dentro del estadio durante un largo rato.

La concatenación de malas campañas en el aspecto deportivo, reflejo de una realidad institucional que se comenzó a resquebrajar dramáticamente sobre todo a partir de la segunda presidencia ejercida por José María Aguilar, que finalizó a fines de 2009 cuando ganó las elecciones el actual mandatario del club, Daniel Alberto Pasarella, terminó en la tristísima realidad que hoy vive River.

Específicamente hablando de lo que pasó en la cancha ayer (donde dos uruguayos estuvieron presentes, el ex liverpoolense Juan Manuel Díaz del lado millonario y el ex danubiano Ribair Rodríguez como puntal de la zona de volantes de Belgrano), la tarde empezó bien para los millonarios, que sobre los cinco minutos de juego se pusieron en ventaja mediante un gol del delantero Mariano Pavone. Con la necesidad de sólo un gol más, River precisaba ganar por los menos por dos tantos de diferencia para mantener la categoría. El equipo dirigido por Juan José López no pudo aumentar la cuenta y el drama creció cuando ya en la segunda parte Belgrano logró el empate tras una desinteligencia defensiva local. Farré fue el autor del gol celeste, que marcó el comienzo de la tarde más triste de River. Casi enseguida el árbitro Sergio Pezzotta cobró un penal en favor de River, pero Pavone perdió el duelo ante el arquero cordobés Olave, que contuvo el remate. Aunque faltaban cerca de 20 minutos para el final, River se quedó sin reacción alguna y así fue que cuando todavía no se había cumplido el tiempo reglamentario Pezzotta suspendió el encuentro ante el inicio de los incidentes entre hinchas de River y la Policía. Una ironía del destino quiso que el descenso millonario se concretara exactamente 15 años después de la conquista de su segunda y última Copa Libertadores de América.