-Este fin de semana la organización no gubernamental Un Techo para mi País hizo un amplio despliegue en Montevideo. ¿Qué opina de esta propuesta?

-Entiendo que esto demuestra, por un lado, que hay un sentimiento compartido por mucha gente y es magnífico que exista el deseo de tanta gente de aportar en esta dimensión de la problemática de la vivienda. Pero a mi modo de ver, estas soluciones que se proponen no son soluciones habitacionales y en realidad pueden tener incluso un efecto contraproducente al consolidar situaciones poco razonables.

Existe el riesgo de que pueda tener un retorno negativo, en el sentido de que la propia solución termine desalentando a quienes hicieron el esfuerzo por llevarla adelante. Tiene el mérito de que es algo que se concreta rápido, que uno ve con sus propios ojos y probablemente eso sea un factor convocante. Tal vez ese efecto instantáneo, de alguna manera oculta las otras dimensiones negativas de este planteo.

-¿En qué medida participa la Farq en el Plan Juntos?

-La Farq como tal no está participando, la Udelar sí está haciendo algunos trabajos en el ámbito de Extensión universitaria que se vinculan, aunque no están dentro del Plan Juntos. Concretamente con el tema de la emergencia habitacional, la Farq está participando directamente, con pasantes que están dentro del Plan Juntos y algunos docentes que hacen la tutoría de esas pasantías. Por otro lado, la Farq está desarrollando proyectos concretos en el campo de la investigación y el desarrollo sobre el tema de la vivienda, para situaciones de emergencia y equipamientos de barrios. Lo está haciendo con recursos propios y desde adentro de la facultad. Una vez que el producto esté pronto lo ofreceremos, no sólo al Plan Juntos sino también al Ministerio de Vivienda y otros organismos.

-¿Coincide en que el Plan Juntos no tiene una gran visibilidad?

-No tiene una gran presencia en prensa, eso es cierto. Pero me consta que se están haciendo trabajos y no son trabajos que se puedan ver rápidamente, porque implican una obra que se materializa, en terrenos que hay que preparar y todo un trabajo social paralelo. Eso lleva cierto tiempo.

-¿Cuál es su opinión sobre el voluntariado?

-No hay una opinión institucional, personalmente pienso que es algo absolutamente deseable para estas situaciones, que implica no sólo una construcción física sino también una reconstrucción social. Hay que pensar en la reinserción en un sentido amplio, que incluye la recomposición del tejido social. Sin embargo, pienso también que un emprendimiento decidido y eficiente no debería sustentarse exclusivamente en la hipótesis del voluntariado, hay cosas que requieren de muy alta capacitación y formación. Eso hay que asumirlo y profesionalizar esas tareas, que no pueden ni deben delegarse.

-¿Y la academia está siendo tenida en cuenta?

-Nosotros estamos realizando un análisis téorico que está siendo intercambiado con las autoridades del gobierno, por ejemplo todo lo que tiene que ver con la intensificación del uso de la ciudad consolidada es una dimensión que la academia insistentemente maneja. La idea es que no debiera pensarse solamente en soluciones en la periferia o en zonas alejadas, por una cuenta muy simple: hay que pensar en usar vacantes en la ciudad consolidada, que no solamente son mejores desde el punto de vista social, sino que terminan siendo más económicas por la disponibilidad de servicios. Todo ese discurso se ha elaborado con intensidad y es compartido por las autoridades. Además de ese discurso teórico, desde la Farq hay que arriesgar opiniones técnicas sobre estos temas y para eso estamos preparando propuestas, que serán entregadas al Ejecutivo.

-¿Por dónde irían esos planteos?

-Uno de ellos tiene que ver con un proyecto concreto para responder a las situaciones de vivienda en emergencia y hay otro que tiene que ver con la estructura de los espacios colectivos de los barrios de nueva planta. Ambas propuestas son absolutamente construibles y abiertas, en el sentido de que no son excluyentes. El compromiso que asumimos es tener algo que ofrecer más que salir a pedir para hacer. La Farq ya contrató equipos de proyecto que están terminando esta propuesta, y cuando esté lista se difundirá, en muy poco tiempo.