Hermosa tarde casi primaveral en el Centenario para el partido entre Racing y Peñarol. Se acercó mucha gente al Parque Batlle. Muchos de Racing y otros tantos aurinegros que, seguramente, querían estar en el regreso de Gregorio Pérez. El campo de juego invitaba a jugar por abajo, es que estaba muy lindo, por fin. Arrancó con toda el match. Ya de pique el Zurdo Walter López a los diez segundos se mandó con toda al área rival y metió un disparo que le sacó la modorra a los espectadores, que recién se estaban acomodando en el cemento revestido con butacas del Centenario. Racing lastimó mucho a Peñarol con contras fatales. Salía rápidamente desde el fondo y con buenas combinetas entre Aníbal Hernández -intratable-, el Pato Sosa y las corridas de Gustavo Alles para habilitar al Tincho Crossa, que lo complicó y mucho. Tanto es así, que en sólo 22 minutos la escuelita de Sayago ya estaba dos goles arriba: primero, un terrible cabezazo del pibe Manuel Fernández al palo derecho de Carini, y después, un golazo de Aníbal Hernández, que con un zurdazo potente al ángulo superior derecho del 1 aurinegro hizo explotar a todos los racinguistas. La jugada previa fue un robo de Gustavo Alles, quien se la entregó a Hernández y éste resolvió de gran manera. 2-0 y era justo por lo hecho por Racing hasta el momento. La única valla invicta -Carini- ya no era tal. El Pato Sosa estaba muy fino en la mitad de la cancha, Aníbal Hernández estaba jugando un gran partido, Marcelo Gamarra también jugó un buen encuentro y hasta ahí, a pesar de sorpresivo, estaba bien el resultado. Desde ese momento, el partido dio un giro y Peñarol fue una tromba. Se inclinó la cancha a favor de los carboneros y antes de que finalice el primer tiempo el partido ya estaba empatado: primero, una pelota de Zambrana rebotó en Manuel Fernández y en contra puso el descuento para Peñarol, y después, Pedro empató con un remate de zurda, mientras se caía al palo derecho de Contreras. La puso en la ratonera. 2-2 y estaba bien, porque Zalayeta bajaba todas las pelotas que le tiraban, porque Walter López hacía surcos por izquierda y porque uno de los volantes por afuera que tiene Peñarol -Albín- se mandaba en todas. Partidazo.
Un poco de amnesia
El segundo tiempo fue de constantes ataques aurinegros. Gregorio Pérez mandó a Santiago Silva por izquierda y el pibe metió unas cuantas subidas. Además Zalayeta parecía un jugador de basquet, pivoteaba de gran forma, bajaba todos los balones y los abría a sus costados para que los volantes por afuera lleguen al área. Racing tuvo la chance de meter el tercero con un terrible cabezazo de Martín Crossa que sacó en notable tapada, abajo a la derecha, Fabián Carini. Racing tuvo esa solitaria acción y un par de contragolpes con Tarragona ya en cancha que no generaron mayor peligro. Es verdad que Peñarol atacó constantemente pero no con armas efectivas. El segundo tiempo no fue tan lindo de ver como el primero. De todos modos, no perdió emotividad. Sobre el final del partido Darío Rodríguez recibió una amarilla que por ser la segunda se convirtió rápidamente en colorada.
A pesar de ir ganándolo por dos goles el punto es positivo para Racing. En la próxima fecha los dirigidos por Streccia visitarán el Viera para enfrentar a Wanderers y Peñarol se medirá ante Danubio en el Centenario. Se vienen lindos partidos.