la diaria visitó la planta industrializadora de Gepax, ubicada en el kilómetro 15.500 de la ruta 8, en julio de 2011, cuando un grupo de trabajadores llevaba 13 días en asamblea permanente, una especie de “vigilancia obrera” para cuidar que la maquinaria no fuera sustraída del sitio (ver la diaria del 12/07/11). Casi siete meses después el grupo continúa en asamblea permanente pero hay expectativas de que la larga espera pueda dar buenos resultados.
El viernes pasado la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) convocó, a pedido del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), a consultores interesados en hacer “el proyecto de factibilidad de reactivación de la planta Gepax a través de una cooperativa de trabajadores”. La fábrica fue creada en 1964 y llegó a emplear a 450 personas. Durante varios años fue uno de los principales abastecedores de bolsas y envases soplados en el mercado interno. El cese de actividad se dio cuando la empresa dejó de disponer de dinero para comprar materia prima; a eso se le sumó el endeudamiento que abarca al predio y toda la maquinaria, siendo el Banco República (BROU) uno de los principales acreedores. El texto de la CND reseña que el endeudamiento se produjo por “el aumento de la competencia brasileña en los envases de film, la pérdida de competitividad internacional de Uruguay en el sector y el deterioro de la gestión de la empresa”.
La consultoría tendrá que elaborar, entre otras cosas, un diagnóstico de la planta y del equipo humano, un análisis de fortalezas y oportunidades del emprendimiento, otro del mercado y “un plan de negocios que viabilice la empresa, técnica, económica y financieramente”.
Sebastián Torres, director de Industrias del MIEM, explicó a la diaria que durante 2011 estuvieron analizando el proyecto de un empresario interesado en reflotar la empresa pero que “por diversas razones no caminó y nos pareció importante analizar si era posible generar una cooperativa con unos 50 integrantes de lo que era el comité de base de la empresa; ése es uno de los proyectos más viables”.
Juan López, uno de los trabajadores que está en asamblea permanente, dijo a este medio que, con la ayuda de otras cooperativas, están avanzando en la creación de un estatuto y que este informe encomendado por el MIEM dirá qué producto es mejor elaborar y para quién, pero también si el emprendimiento es rentable. “El proyecto técnico va a ser fundamental para nosotros”, agregó. Los 270 contratados por la empresa en el momento de cierre están cubiertos hasta abril por el seguro de desempleo. Así como el MIEM, la Dirección Nacional de Trabajo también ha participado para recuperar las fuentes laborales.
Torres indicó que el proyecto -que podría quedar concluido a mediados de marzo- puede ser candidato al Fondo de Desarrollo del BROU. Agregó: “La lógica de la intervención es que el proyecto sea sustentable”. El director afirmó que el MIEM ve “con muy buenos ojos la autogestión y las cooperativas de gestión de desarrollo industrial” que, a su entender, “son posibles y, además, pueden ser rentables”. Pero aclaró: “Para eso es necesario apoyarlas, porque el mercado no genera espontáneamente autogestión”.