De acuerdo a lo que señaló a la diaria Federica Folco, la vocera del grupo, la iniciativa surgió en 2001 cuando se formó un colectivo de personas vinculadas a la danza con la inquietud de que la temática pudiera abordarse en una carrera universitaria. Después de un par de años de trabajo, lograron la realización de una carrera piloto en el marco de la EUM, en la que se graduaron varios de los integrantes de ese colectivo. De acuerdo a lo que comentó Folco, la iniciativa piloto no pudo instalarse entre las carreras que la Udelar ofrece año a año porque las autoridades universitarias alegaron motivos económicos, aunque también reconoció cierta “falta de voluntad política”.

Horizonte cercano

Según comentó Sztern, la Facultad de Artes está próxima a concretarse luego de un período de varios años en el que si bien la iniciativa fue aprobada, no pudo ser puesta en marcha. Finalmente, la Udelar incluyó la concreción del proyecto entre las metas de corto plazo y se prevé que el proceso esté concluido antes de dos años, momento en el que Rodrigo Arocena cumplirá el fin de su segundo mandato y dejará el cargo. La otra facultad que la Udelar creará en este período es la de Información y Comunicación.

En los años siguientes, el grupo siguió trabajando hacia la concreción de la iniciativa sin obtener demasiadas propuestas concretas. Para la entrevistada, dicha falta de voluntad puede vincularse con la forma en que nuestra sociedad se relaciona con el cuerpo. Según detalló, a los uruguayos les cuesta relacionarse con su cuerpo y tienen una concepción más “cartesiana” del mundo. El “pienso, luego existo” está muy presente entre la mayoría de los uruguayos, quienes conciben a la razón como la principal herramienta por medio de la cual nos contactamos con la realidad y no mediante el cuerpo. Además, la última dictadura cívico-militar jugó un rol importante con respecto a este punto, no sólo en cuanto a dicho vínculo, sino también en cuanto a su ubicación en el espacio público urbano.

A partir de la concreción de la carrera, el grupo plantea que se podría lograr una mayor acumulación de conocimiento en relación a estos temas, debido a que además de la función de enseñanza, también incluiría las de investigación y extensión. En diálogo con la diaria, el director del IENBA señaló que la implementación de la carrera adquiere especial importancia en el proceso de creación de una Facultad de Artes, que también permanece inconcluso desde hace algunos años (ver recuadro). Sztern indicó que la carrera de danzas aportaría a que en la futura facultad pueda brindarse un espectro amplio de manifestaciones artísticas y subrayó el rol de la interacción entre disciplinas artísticas, al que entendió como “fundamental para la formación integral”.

Sólo falta la música

El proceso de implementación de la carrera siguió avanzando pese a que no se mostraran indicios claros por parte de la Udelar y se convocó a expertos nacionales y extranjeros para la elaboración de un plan de estudios, que luego de un proceso de debate, fue aprobado en 2008. Además, también cuentan con el espacio físico para impartir los cursos, ya que varias aulas fueron construidas especialmente en el edificio diseñado para la Facultad de Artes.

Una de las alternativas que se plantearon desde la universidad fue la posibilidad de que la carrera comience a implementarse en el interior, debido a que todos los años se destinan recursos para la apertura de nuevas carreras en los distintos centros regionales y casas universitarias. Sin embargo, Folco señaló que eso no fue considerado viable porque el grueso de los potenciales docentes y estudiantes de la carrera tienen su vida instalada en Montevideo, por lo que el problema radica en que la universidad no previó rubros para nuevas carreras en la capital.

Este problema se vio agravado a partir de la asignación presupuestal en la última Rendición de Cuentas, en la que la Udelar sólo contará con 40 millones de pesos a repartir entre todos los servicios académicos para que lo destinen a sus distintas ofertas académicas. Actualmente, el organismo se encuentra en etapa de definición acerca de cómo repartirá los 40 millones, y de acuerdo a lo que comentó Sztern, igualmente plantearán que se destine una parte de ese dinero a la carrera de danza. Según el director, aspiran a que este año pueda llamarse a dos cargos docentes para que oficien como referentes de la carrera y existan interlocutores claros a la hora de pensar la implementación.

Sostuvo que existe un acuerdo total entre la dirección del IENBA, la EUM, el rectorado de la Udelar y el grupo de graduados y futuros estudiantes de la carrera para que la universidad cuente con una facultad de danza. Sztern anunció, además, que si la Facultad de Artes se encuentra operativa en el próximo quinquenio de gobierno aspirarán a que en la nueva asignación presupuestal se prevean rubros para concretar su implementación.

Lo técnico y las humanidades

Consultada acerca del perfil de egreso del plan de estudios de la carrera, Folco aseguró que se propende a una formación integral que no esté centrada en aspectos técnicos de la danza, sino que apunta a que los graduados puedan problematizar acerca de la disposición que las personas hacemos de nuestros cuerpos, con especial anclaje en lo artístico, aspecto central para entender la danza. La vocera adelantó que hay muchos interesados en cursar la carrera y que podrían hacerlo personas que aspiren a ser bailarinas, críticas del área o coreógrafas, entre otras.

De esta forma, la oferta educativa se diferenciaría de otras que se brindan en el país tanto en el ámbito público como privado. Según Folco, la mayor parte de la formación que se ofrece en instituciones privadas y en la Escuela Nacional de Danza del SODRE -única oferta formal del sector público- se centra en aspectos técnicos del baile y está orientada a estilos de danza en particular, como el ballet y la danza folclórica, en el caso del SODRE. De concretarse la iniciativa en el próximo quinquenio, Uruguay dejará de ser uno de los dos países sudamericanos que no tiene una carrera universitaria de danza, lugar que actualmente comparte con Bolivia.