Haydée Gallego, integrante del Centro Interdisciplinario Caminos -que lleva un registro de los fallecimientos por violencia doméstica mediante publicaciones de prensa- dijo a la diaria que habitualmente se producen uno o dos asesinatos de hombres por ese motivo; en cambio, hay un promedio de 30 fallecimientos anuales de mujeres por esa causa.

El 19 de enero, en Nueva Helvecia, una mujer apuñaló a su ex marido, quien tenía medidas cautelares de no acercamiento por sucesivos episodios de violencia doméstica; fue procesada con prisión y varias organizaciones de mujeres reclaman su liberación (ver la diaria del 03/02/12). El 12 de febrero, en Montevideo, otra mujer mató a su esposo en “un marco de violencia extrema que la pareja tenía sostenidamente desde el 24 de diciembre del año 2011, en la cual la víctima, hombre grande y fuerte desde el punto de vista físico, que además era de carácter violento y alcohólico, sometía a la indagada a maltrato en referencia a ella y a los tres hijos del matrimonio”, escribió en la sentencia el fiscal letrado Ariel Cancela. Lo mató con el rifle que él había utilizado, disparando al aire, en esa discusión; la Justicia absolvió a la mujer, por entender que había actuado en legítima defensa. En la madrugada de ayer, en San Carlos, otra mujer ahorcó a su marido. Víctor Iraola, encargado del Estado Mayor de la Jefatura de Maldonado, dijo a la diaria que ella lo había denunciado por violencia doméstica en 1999 o 2000; la Justicia la procesó por homicidio, con arresto domiciliario durante 90 días.

Consultada sobre un posible “efecto contagio”, Gallego -psicóloga de profesión-, respondió que “no se puede aventurar una opinión, sería futurología. Es cierto que hay conductas que tienden a imitarse, pero hay que dejar pasar el tiempo, tal vez más de un año, para poder hacer un análisis”.

Rosana Medina, abogada e integrante de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, comentó que, al igual que en otros casos, se trata de “un desenlace fatal en una situación compleja”. “Hay una violencia sistemática de los derechos y se actúa en función de la situación de vulnerabilidad en que se encuentra la persona. Estos episodios dan cuenta no sólo de la magnitud que tiene la violencia hacia las mujeres sino de la falta de respuesta que está teniendo nuestro sistema, no sólo judicial, sino policial y de los servicios de atención y en general”, manifestó.

El caso del reiterado incumplimiento de las medidas cautelares es una arista paradigmática de estos casos; al respecto, Medina comentó que muchas veces “ante las denuncias de incumplimiento, cuando se da cuenta a la Justicia Penal, se procesa por desacato, pero sin prisión, y la medida de protección sigue siendo ineficaz”.

Consultado sobre las anunciadas pulseras electrónicas para detectar si la persona incumple con la prohibición de acercamiento, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, respondió que se está en medio de la licitación y que se comprarán 250.