La demanda internacional de oro durante el año pasado superó por primera vez el valor de 200.000 millones de dólares, al tiempo que movilizó el mayor peso material registrado desde 1997: 1.640,7 toneladas, 5% más que el récord previo de 2010, de acuerdo a información elaborada por el World Gold Council (Consejo Mundial del Oro). La inversión efectiva fue el motor de ese crecimiento y sumó en el año 82.900 millones de dólares, añade la información.
El mapa del incremento inversor en el sector replica buena parte de la trayectoria de la economía internacional en crisis, ya que China e India, además de Europa, concentraron el grueso del capital destinado a la explotación y comercialización del preciado metal. El sitio web especializado AmericaEconomía señala a los dos grandes emergentes asiáticos como "los bastiones culturales del oro", e informa que entre ambas economías se genera el 55% de la demanda de joyería mundial y el 49% de la demanda general de la materia prima.
Entre los clientes directos del oro se destacan los Bancos Centrales de todo el mundo, que persistieron en la tendencia establecida en 2010 de ser compradores netos, y cuyas adquisiciones treparon desde 77 hasta 439,7 toneladas entre el año pasado y el anterior.
El reporte de referencia del World Gold Council explica, en virtud de lo mencionado, la extendida necesidad de diversificar los activos de reserva, reducir la dependencia respecto de una o dos monedas extranjeras, aglutinar reservas y proteger el patrimonio nacional.
Un ejemplo inmediato de la relevancia recobrada por el oro gracias a la crisis se registró en las últimas dos jornadas, cuando su cotización en los mercados internacionales operó claramente al alza conforme avanzaban las expectativas optimistas en el sentido de que el gobierno de Grecia llegaría a un acuerdo con sus acreedores y la Unión Europea para recibir el segundo rescate financiero destinado a cubrir vencimientos de deuda pública (ver la diaria de ayer). Promediando la sesión del martes en el mercado de metales preciosos de Nueva York, las operaciones futuras pactadas para abril verificaban un aumento cercano a 1% hasta los 1.736,84 dólares por onza (31 gramos). Pero más allá de los impactos negativos y positivos de la crisis sobre unas regiones y otras, la trama del proceso económico global en curso también registra a China como un pilar en el negocio del oro.
La citada entidad privada especializada proyecta en su informe anual 2011 que durante 2012 el gigante asiático probablemente se convierta en el mercado de oro más importante del orbe. Las compras desde ese origen aumentaron 20% durante el año pasado respecto de 2010 y sumaron un volumen de 770 toneladas métricas, lo que dejó al país como el segundo comprador global después de India, que adquirió 933 toneladas métricas. Así, resulta "posible que China se convierta" durante este año, y por primera vez, en el mayor mercado del bien. Según consignó la agencia estadounidense de noticias AP, la mejora progresiva de los niveles de ingreso de vastos sectores de la sociedad china, que desarrolla la actualmente segunda economía más grande del planeta, también se expresa mediante el incremento de la demanda interna de joyería de oro y otros artículos de lujo. La información indica que en el país de la Gran Muralla el oro es un instrumento de ahorro popular, utilizado además para protegerse de la inflación en ausencia de otras opciones. Asimismo, se lo utiliza en la fabricación de componentes electrónicos, mientras que como instrumento de inversión es transformado tanto en barras como en monedas. En el segundo semestre de 2011 China pasó a ser el mercado más grande del mundo para la joyería de oro, constatándose un crecimiento sostenido de la demanda doméstica en cada medición trimestral. El valor de mercado del oro descendió moderadamente desde que alcanzó en agosto su precio nominal histórico más alto: 1.891,90 dólares la onza.
Celeste y oro
Salvo que las empresas que extraen y comercializan oro lo coloquen mediante la actividad de un hedge (fondo de inversión libre), los precios involucrados en las operaciones son los que va indicando el mercado, según los vaivenes de la oferta y la demanda, explicó a la diaria Ignacio Salazar, director financiero de la firma Orosur, la única que produce oro en Uruguay.
En los tiempos de dudas que corren, si bien “nadie tiene la bola de cristal”, las previsiones de las empresas del rubro en cuanto a la próxima evolución de los precios internacionales apuntan a una dinámica de crecimiento “dado el contexto de crisis en Europa y EEUU”. Esto significaría concretamente que la continuidad de la incertidumbre económica global seguiría alimentando el auge de los valores de mercado. Sobre el perfil de la compañía de referencia local, Salazar precisó que “Orosur sólo tiene producción en Uruguay”, aunque “también tiene unos activos de exploración y desarrollo en Chile”. En cuanto al producto de la extracción vernácula, “se vende en el mercado internacional a través de un banco”.
Acerca del marco normativo vigente para la inversión sectorial en el país, el ejecutivo explicó que la actividad “no tiene ningún estímulo particular” del Estado uruguayo y se desarrolla con “los mismos incentivos a la inversión que otras empresas” de otros rubros. Sobre el punto, evaluó: “Quizá lo que llama la atención es que no haya ningún incentivo especial a la exploración”, etapa cuya materialización demanda invertir “un dinero que en la mayor parte de los casos se pierde”. Preguntado por la proporción mínimamente viable entre los volúmenes de oro efectivamente extraído y de roca procesada, el empresario explicó que ello “depende del tipo de depósito y de la operación. Orosur viene procesando mineral que tiene, de media, poco más de un gramo de oro por cada tonelada de roca. La roca con menos de medio gramo se desecha”, ilustró. Consultado por el plan productivo para el año que corre, Salazar informó: “Orosur va a producir una 55.000 onzas este año, procesando 1,5 millones de tonelada de roca”.