Los principales periódicos colombianos reprodujeron ayer en sus páginas una columna de opinión que motivó en Ecuador la condena a tres años de cárcel y a multas millonarias para el autor del artículo y tres directores de la publicación que lo divulgó, el diario El Universo (la versión original del diario ecuatoriano: http://www.eluniverso.com/2011/02/06/1/1363/mentiras.html ).

Incluyeron íntegro en sus ediciones el artículo titulado “No a las mentiras”, en el que el columnista Emilio Palacio llama varias veces “dictador” al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a quien acusa de “cometer crímenes contra la humanidad” y de ordenar “fuego a discreción” durante una revuelta policial, el 30 de setiembre de 2010.

Luego de que la Corte Nacional de Justicia de Ecuador confirmó que el diario debe indemnizar a Correa con 40 millones de dólares, la Asociación Colombiana de Editores y Medios Informativos (conocida como Andiarios), que integran los mayores periódicos del país, anunciaron su medida. “Consideramos que la demanda interpuesta por Correa y la drástica y desproporcionada decisión de la Justicia ecuatoriana constituyen un ataque sin precedentes contra la libertad de expresión”, manifestó Andiarios en un comunicado. Se prevé que hoy publiquen la columna varios diarios panameños.

Francisco Santos, ex vicepresidente colombiano y director de un programa de RCN Radio, dijo que también la Asociación Nacional de Medios de Comunicación, que reúne a emisoras de radio y canales de televisión colombianos, podría tomar una medida semejante, informó la agencia de noticias Efe. De esta manera, dijo, se intentaría “mandar un mensaje muy claro a Correa y es: usted, si se mete con los medios de comunicación, se mete con todos nosotros”.

Algunos periódicos colombianos publicaron también una carta del embajador de Ecuador en Colombia, Raúl Vallejo, en la que les pide que ofrezcan información equilibrada sobre este tema, reitera que la Justicia ecuatoriana “determinó que el artículo en mención es injurioso” y que Palacio y los directivos del medio pudieron evitar la condena si hubieran rectificado lo publicado. Para Vallejo, la columna de Palacio “no fue una opinión, sino una grave acusación, de hecho la peor de todas: que el presidente Correa es un criminal de lesa humanidad”. El embajador se preguntó si la decisión de reproducir ese artículo implica por parte de los diarios colombianos dar su apoyo a esa acusación, y si ésta no es “una defensa de un poder mediático ilegítimo, prepotente, e irrespetuoso de los derechos humanos, entre ellos los derechos a la honra y a la propia libertad de expresión de los otros”. Ninguno de los condenados por el artículo fue detenido porque son considerados delincuentes primarios. Además, varios de ellos salieron del país. Palacio pidió asilo político en Estados Unidos, donde también se encuentran dos de los tres hermanos directivos del diario, César y Nicolás Pérez. El tercero, Carlos, director de El Universo, está asilado en la embajada de Panamá -país que le concedió asilo argumentando que es su tradición otorgarlo-. Allí Carlos espera un salvoconducto que le permita salir de Ecuador, pero el canciller de su país, Ricardo Patiño, dijo el miércoles que no se le otorgará. “No hay ninguna razón para concederle salvoconducto a una persona que está libre, que no tiene ninguna persecución de ningún tipo, que no tiene orden de captura, que en cualquier momento puede salir de la embajada de Panamá a su casa, a jugar tenis, irse a Panamá, irse a Suiza, irse a donde le dé la gana”, dijo Patiño. En respuesta a un reclamo del columnista Palacio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había pedido el martes al gobierno ecuatoriano que suspendiera “de inmediato” la aplicación del fallo contra El Universo “a fin de garantizar el derecho a la libertad de expresión”. Correa calificó ese pedido como “un disparate total” y dijo que es urgente “un nuevo sistema interamericano liberado de países hegemónicos y del gran capital”. Dio a entender así que la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos, responde a intereses económicos o al país más poderoso de los que la integran, Estados Unidos. De todos modos, el martes Correa abrió la posibilidad de pedir que se anule su demanda. Se había manifestado dispuesto a hacerlo, desde el comienzo del juicio, si el periódico rectificaba las expresiones que consideró injuriosas. Expresó que ahora que la Justicia le dio la razón puede volver a considerar retirar la demanda, informó Efe. Pero no cambió de opinión. “¿En nombre de qué libertad se puede aceptar que a uno le digan asesino?”, se preguntó Correa. Así respondía a argumentos como los de la CIDH, que entiende que castigar con cárcel dichos contra funcionarios públicos es una medida “innecesaria y desproporcionada” que puede constituir “un medio de censura indirecta dado su efecto amedrentador e inhibidor”.