Las obras forman parte de Habitar Goes, un proyecto de rehabilitación "socio-urbana" de ese barrio montevideano, que surge de un acuerdo de cooperación entre la Intendencia de Montevideo (IM) y la Comisión Europea, concretamente a partir del programa URB-AL III.

En esa manzana funcionó años atrás la Estación Goes de tranvías “El Oriental”, cuyos rieles permanecen en parte del suelo; años más tarde fue terminal de ómnibus. A partir de 2006, comenzó a acondicionarse la plaza, tal como fue votado en una edición del Presupuesto Participativo capitalino y entre 2007 y 2008 se propuso la creación del centro cultural donde era el edificio de la estación.

La obra está dentro de la jurisdicción del Municipio C, que comprende los centros comunales 3, 15 y 16, que abarca los barrios Goes, Jacinto Vera, La Aguada, La Comercial, La Figurita, Mercado Modelo y Bolívar, Reducto, Villa Muñoz, Aires Puros, Arroyo Seco, Atahualpa, Bella Vista, Brazo Oriental, Capurro y Prado.

Sonia Abalo, concejal vecinal del municipio, explicó a la diaria que "desde los inicios de los centros comunales los que habitamos esta zona pedimos un lugar donde centralizar la cultura porque hay mucho afluente artístico de todas las disciplinas: danza, fotografía, artes plásticas. Es una zona de muchas casas y más allá de lo comercial, no había un centro cultural".

En el edificio se reubicó la biblioteca Horacio Quiroga, que funcionaba en la planta baja sobre General Flores; hay también una sala teatral, dos salones multiuso, una cafetería y la plaza, "que es parte de la gestión del centro cultural", comentó Diana Veneziano, gestora cultural del proyecto. La gestión será combinada; estará a cargo de una comisión integrada por concejales vecinales del Municipio C, representantes de Habitar Goes, integrantes de la biblioteca y por Veneziano.

A partir de mayo habrá talleres de salsa, tango, teatro barrial, fotografía y tres de teatro para el oprimido (para adolescentes, mujeres y adultos mayores); algunos de ellos son gratuitos (apoyados por el proyecto Esquinas de la IM) y en otros se cobra un tope de 250 pesos. Veneziano dijo que tiene "una montaña de propuestas para evaluar" que se presentaron a la convocatoria a artistas que se lanzó a comienzos de abril.

Ojalá que dure

“Esto es una fiesta, por eso salió el sol”, bromeó Veneziano, ante un cielo celeste que desplazó al gris poco rato antes del inicio del espectáculo. La convocatoria alcanzó a grupos de danza contemporánea, hip hop, breakdance, flamenco, danza aérea, ballet, jazz, tap, folklore, hindú, tango y afro, que asistieron de manera honoraria. El público estuvo conformado mayoritariamente por jóvenes, pero había también niños, adultos y unos cuantos veteranos.

Los diez grupos y escuelas de danza se fueron sucediendo uno detrás del otro, sin interrupciones ni oradores, sólo divisables desde lejos por los aplausos espontáneos y el inmediato peregrinar del público hacia donde se desarrollaba cada propuesta. Incluso algunas puestas en escena recurrieron a distintos escenarios, como una que comenzó encima del techo del centro cultural, para que luego las parejas de bailarines se desparramaran por los diferentes espacios de la plaza. Los bailarines de uno de los grupos se mezclaron entre la gente hasta rodear a niños que jugaban en los subibajas de la parte infantil.

“Hace 15 años que vivo en el barrio y nunca hubo ninguna movida más que Açabranca, la escola do samba que ensaya acá. Esto está buenísimo, todo el barrio se va a arrimar, mirá, está lleno”, comentó Flavio, un espectador que al igual que el resto se iba mudando de lugar en lugar.

Luego del espectáculo de danza aérea, una señora, Elena, comentó con sus familiares lo que acababan de ver. “El espectáculo que más me gustó fue el de baile español”, dijo en referencia al flamenco, “lo otro respeto pero no es mi estilo”. Se definió como una vecina “activa”. Dijo que no había ido a la inauguración el viernes pero había estado un rato antes en el centro recabando información: “Vine a visitar, a saber qué era lo que iban a hacer, a qué teníamos derecho, qué servicios prestaban”. En relación al centro comentó: “Me parece que está muy bien, ojalá dure”, y agregó: “Que se tome con responsabilidad, que se atienda con amabilidad, que se sepa informar, que la gente que atienda tenga el conocimiento y la capacidad como para hacerlo, eso es fundamental”.

Al respecto, Veneziano había comentado que los funcionarios provienen del Municipio C y que, en número, son los mínimos para trabajar; en cuanto a la adaptación de pasar a desempeñarse en un centro cultural, dijo que se está trabajando en ello y reafirmó que todos “están muy entusiasmados” y que se formó un buen equipo en conjunto con los vecinos.

También los propios exponentes estaban complacidos con la propuesta. Así lo dijo Virginia, de la escuela Jexe!, de danza contemporánea, y B.Boy Salto, bailarín de breakdance que proviene de Salto (por eso el apodo combinado con su estilo de baile). En relación al público, el muchacho dijo: “Está buenísimo, todo el mundo aplaudía, agitaba, [estuvo] bárbaro, la verdad es que no se puede pedir más”.