En lo mejor del baile

La Escuela Nacional de Danza (END) depende directamente del directorio del SODRE, y la División Folclore se encuentra en el mismo nivel jerárquico que la de ballet. Sin embargo, los recursos que se destinan y el desarrollo de ambas divisiones son considerablemente distintos, más aún desde la llegada de Julio Bocca a Uruguay.

En diálogo con la diaria, el director de la División Folclore, Ruben Dantaz, explicó que lo que se pretende desde la fundación de la escuela -hace 37 años- es que de ella salgan profesores, especialistas y comunicadores de la danza tradicional. Dantaz considera que lleva la gestión “lo mejor que puede” y cree que la escuela está “en un momento bastante equilibrado”, si bien, “como en todo lugar, hay un par de cositas para mejorar, que llevan su tiempo y se va en esa dirección”.

Sin embargo, un grupo de estudiantes del turno matutino redactó una nota que elevó al directorio del SODRE, en la que manifiestan su “profunda preocupación y descontento” por la situación que vive la escuela. Entre otras cosas, mencionan problemas edilicios, denuncian la falta de un docente para un curso del segundo año de la carrera, y hablan de un funcionamiento “acéfalo” de la escuela, debido a que “el director está en su lugar de trabajo en contadas ocasiones”.

la diaria estuvo en contacto con algunos de los estudiantes que redactaron la nota, quienes señalaron que vienen acumulando hechos desde que comenzaron la carrera. “No hay una línea educativa ni un objetivo, no existe el plan de estudios de la carrera. Arrancás sin saber de qué te vas a recibir”, señalaron. Sobre este tema agregaron que año a año cambia la denominación del título; mientras el año pasado era “técnico en danzas tradicionales y folclóricas”, este año el nombre es “idóneo en danzas tradicionales y folclóricas”.

Varios episodios

Los estudiantes plantean su descontento por la ausencia del docente de la asignatura Historia de la Vestimenta, que terminó el vínculo con la END en mayo de 2011, y para quien no se previó un sustituto. Por ese motivo, los estudiantes del tercer y último año de la carrera no pueden egresar. De acuerdo a Dantaz, se realizó un pedido para hacer un llamado que cubriera el cargo, pero dijo que el expediente se encuentra en el SODRE esperando la conformación del tribunal, y todavía el llamado no se pudo abrir. Cuando el docente se jubiló -hace dos años- la escuela lo recontrató, y según lo que dijo el director, se contaba con que esa modalidad contractual se extendería durante algún tiempo más. Dantaz informó que el directorio del SODRE ya dio el visto bueno para que se contrate a un docente mediante la “modalidad artística”, hasta tanto no se designe a alguien a través del llamado. Los estudiantes critican que esa medida no haya sido adoptada antes y contaron que el director llamó a algunos de los estudiantes que realizan los planteos en la carta y les mostró los expedientes de la solicitud, sobre los que dijo desconocer por qué tenían fecha de mayo de 2012, debido a que él había realizado la solicitud tiempo atrás.

Los estudiantes también denuncian que los vestuarios no cuentan con duchas adecuadas, y dicen además que en el baño de mujeres hay un calefón roto, por lo que deben bañarse en el vestuario de hombres. Además, se quejan del “estado lamentable” del piso de un salón superior, y de la filtración de los baños, que genera que haya orina y excremento en el subsuelo. De acuerdo a ellos, el director niega la existencia de una caja chica para solucionar aspectos edilicios cotidianos que no requieran de una gran inversión. Los alumnos comentaron que Dantaz llegó a decir que para comprar un sifón de pileta debía elevar el pedido al SODRE, y finalmente lo compró una funcionaria de su propio bolsillo. En el mismo sentido, el director indicó que “por suerte en la escuela no se maneja efectivo”.

Lo que habría colmado la paciencia de los estudiantes fue la rotura de los candados de los casilleros personales (con sus pertenencias dentro) para una refacción. Según narraron, un viernes se les pidió que dejaran los casilleros abiertos y libres porque en el fin de semana se realizarían reformas en esa área, pero cuando llegaron el lunes todo estaba igual. Por ello volvieron a dejar sus cosas en los casilleros, y al otro día se encontraron con que las cerraduras estaban violentadas, y las pertenencias habían sido guardadas en otro lugar. Cuando fueron a buscar explicaciones a la dirección, Dantaz no estaba y les dijeron que debían pedir una entrevista. Al consultar sus horarios, los funcionarios les respondieron que no les podían decir con exactitud, debido a que tiene un horario flexible. Los estudiantes dijeron saber que la situación en el turno de la noche es distinta, debido a que la presencia del director es más frecuente y responde a los planteos e inquietudes.

A la sombra del ballet

Los estudiantes también criticaron el lugar que ocupan las danzas folclóricas en la cultura nacional, y hablaron de una ausencia total de políticas de fomento al sector. En este punto se remitieron a la celebración del Bicentenario, en el que resaltaron que no hubo ni un solo grupo de danzas tradicionales, pero sí estuvo el ballet del SODRE Además criticaron la asignación de recursos que el Estado realizó con el ballet, en comparación con los de la División Folclore, que trabaja sobre una expresión cultural autóctona. Los estudiantes señalan que las danzas tradicionales no tienen referentes en el país, y explican el hecho con la escasez de políticas públicas que promuevan el desarrollo artístico del sector. El musicólogo Lauro Ayestarán y su esposa Flor de María Rodríguez, quien fuera bailarina, ambos fundadores de la escuela, realizaron una investigación acerca de los bailes tradicionales en la historia uruguaya que casi no tiene difusión, y no hay conciencia de lo rico que puede ser compartir esos resultados, comentaron.

Otro de los temas polémicos es la conformación de un ballet folclórico, que actualmente se encuentra suspendido. Los estudiantes sostienen que funciona y se conforma a discrecionalidad del director, y que ellos se enteraron de su existencia en la muestra final de primer año. Cuando le preguntaron a Dantaz cómo se hacía la selección para el ballet, primero les dijo que por notas, pero volvieron a consultarle porque creían que no había ningún estudiante y que eran todos egresados, y luego dijo que lo que importaba era la persona. Consultado sobre este punto, el director indicó: “Yo estoy capacitado para saber quién puede entrar y quién no”. Los estudiantes sostienen además que en algunas oportunidades en las que algunos actores se contactaron para contratar al ballet de la escuela, Dantaz terminó enviando su ballet privado. Se quejan de no tener la oportunidad de acceder al ballet porque plantean que sería la única oportunidad de acceder al escenario antes de egresar.

La salida laboral de los egresados de la escuela es principalmente el dictado de clases de danza en escuelas de Primaria, pero los salarios que perciben hacen que no puedan vivir únicamente de ese trabajo. Los estudiantes comentaron además que los grupos de ballet folclórico privados más reconocidos son de Dantaz y de uno de los coordinadores docentes de la escuela, Jorge Caride, mano derecha del director.

Sindikatos

El lunes, los estudiantes del turno matutino quisieron reunirse en una asamblea para crear un centro de estudiantes y analizar la situación. De acuerdo a lo que indicaron, Dantaz irrumpió en la reunión y les dijo que para realizar una asamblea dentro del edificio tenían que pedir autorización al SODRE. Los docentes de la escuela quisieron hacer algo similar, y el director directamente les prohibió que se reunieran. El martes, la presidenta de la Asociación de Funcionarios del SODRE (Afusodre), Verónica Rivas, se reunió con los estudiantes para analizar el tema. Según dijo Rivas a la diaria, desconoce la situación que se vive en la escuela porque el sindicato no tiene delegados allí.