La presidenta argentina, Cristina Fernández, aprovechó un acto público para presentar en sociedad a Cristinita, una muñeca de tela de unos 30 centímetros hecha a su imagen y semejanza.

Cristinita, con vestido negro, se vende en el Museo del Bicentenario, ubicado en la Casa Rosada, y también en Mercado Libre, por 65 pesos argentinos (unos 260 pesos uruguayos).

Pero no está sola en los estantes. La acompañan muñecos de otros mandatarios regionales, como el uruguayo, José Mujica, con una camiseta de la selección; la brasileña, Dilma Rousseff, vestida del rojo de su Partido de los Trabajadores; el venezolano, Hugo Chávez, con su campera militar, y el boliviano, Evo Morales, con una camiseta con los colores que identifican a los aymara.

También hay muñecos de Lula da Silva, vestido con camisa amarilla y verde, de Diego Maradona con la camiseta de la selección argentina, de Charly García vestido de rojo y de Fidel Castro con uniforme militar, entre otros.

Algunos representan a personas que murieron y tienen alitas incorporadas. “El de Él con alitas me parece soñado”, dijo la presidenta. Además de Néstor Kirchner, están Mercedes Sosa, el blusero Pappo, Alberto Olmedo, el Che Guevara, Hebe de Bonafini, Rodolfo Walsh, Juan Domingo Perón y Evita.

Los muñecos tienen accesorios, como boinas y carteritas, y en el caso de Cristinita hay también una versión sin luto y juvenil, con remera, pollera negra, medias rojas y una carterita marrón. Al igual que una de las versiones de Néstor, Cristina tiene escrita en su remera la frase “Ni lo intenten!”, con la firma CFK, las iniciales de la presidenta.

Al presentar a su muñeca, la mandataria recordó que uno de sus asesores le dijo que “sólo le falta la escoba”; bromeó: “Me trató de bruja”.