-En los comienzos del proceso electoral sus rivales políticos y detractores dicen que la culpable de la crisis que generó el golpe de Estado y que mantiene a Honduras en la pobreza fue su administración.

-Aquí hay una crisis histórica de pobreza, violencia. Yo presenté respuesta a la crisis en dos campos. En el administrativo obtuvimos los mejores niveles de crecimiento de Centroamérica y de reducción de la pobreza durante todos los años de mi gobierno. Nos ganamos todos los premios por alta competitividad, inversión, capacidad administrativa del Estado, todos los premios en todos los ámbitos nacionales e internacionales. Honduras tenía el primer lugar en Centroamérica en todos los campos. Claro, hay también una crisis política que se arrastra durante décadas y siglos producida por el modelo neoliberal. A esa crisis se le presentó una salida, que fue torpedeada por las fuerzas conservadoras de aquí, y que ha convertido a Honduras en el país más violento del mundo. Tenemos el mayor índice de violencia del mundo. Hay mayor pobreza, la economía ha decaído abruptamente y lo que ha generado el golpe es la profundización de una crisis histórica.

Disputa interna

Honduras no ha recuperado la paz social en varios años. El golpe de Estado sufrido en junio de 2009 sigue dividiendo a la población y a sus dirigentes políticos. Aunque las elecciones nacionales están previstas para el 30 de noviembre de 2013, las internas de los partidos, previstas para noviembre de 2012, tienen al país inmerso en un intenso debate político desde hace varias semanas. En las internas, cuatro de los nueve partidos inscriptos definirán su candidato.

En los medios se ve el color azul del oficialista Partido Nacional (PN) y el rojo y blanco del Partido Liberal (PL), al que pertenecía José Manuel Zelaya cuando llegó a la presidencia. En las calles se ven grafitis y pintadas de su nuevo Partido Libertad y Refundación (Libre). La referencia del partido, para simpatizantes y detractores, es Zelaya.

Ayer se cerraron las inscripciones de candidaturas en las distintas fuerzas políticas que se medirán en elecciones internas en noviembre.

Por el oficialista PN los principales precandidatos son Miguel Pastor, Juan Hernández y Ricardo Álvarez. En el PL aparecen las figuras del ex candidato presidencial Elvin Santos y las de Yani Rosenthal y Mauricio Villena.

En cambio, las cinco agrupaciones que conforman Libre ya designaron, por consenso, a Xiomara Castro, esposa de Zelaya, como única precandidata.

Otra formación política que competirá por la presidencia es el recién creado Partido Anti Corrupción (PAC) que lidera el periodista Salvador Nasralla, conocido por su trabajo en televisión.

Dentro de Libre existen cinco movimientos conformados tras el golpe de Estado por organizaciones sociales, partidos políticos de izquierda y disidentes del PL. Se trata de Liberales en Resistencia 28 de Junio, Movimiento Resistencia Popular, Pueblo Organizado en Resistencia, Movimiento 5 de Julio y Fuerza Refundación Popular.

Entre la dirigencia de Libre hay entusiasmo, alimentado por la presencia de más de 150.000 personas en la presentación de la candidata presidencial de consenso en las afueras de Tegucigalpa. Zelaya define el nuevo partido como una fuerza “innovadora, revolucionaria, democrática, ampliamente participativa y, además, socialista, que es lo más importante”.

Encuestas de empresas como la multinacional Cid Gallup y la hondureña Paradigma sitúan a Xiomara como la principal figura, muy por encima de las demás que pugnan por candidaturas de los distintos partidos. Un sondeo de junio de Paradigma, por ejemplo, la situó con 24% de las preferencias. Muy abajo quedaron Ricardo Álvarez (PN) con 9,5%, Salvador Nasralla (PAC) con 8,5%, Miguel Pastor (PN) y Yani Rosenthal (PL) con 5%.

Sin embargo, la prensa cita en grandes gráficos las encuestas partidarias, que posicionan a Libre en un lejano tercer lugar por detrás de los partidos tradicionales, el Nacional y el Liberal. El partido de gobierno, según La Prensa, encabeza la intención de voto con 35%, seguido por el PL con 25% y en tercer lugar aparece Libre, con 8%.

En la calle se percibe un clima de descontento con la política tradicional y con los candidatos. Esto se explica porque el proceso de las internas no mueve a toda la población a votar, y todavía falta casi año y medio para las elecciones generales, en las que históricamente participa 60% del padrón electoral.

-También se argumenta que el intervencionismo venezolano fue el causante del golpe por su vinculación al Alba y Petrocaribe.

-Tenemos que partir de cuáles son las causas que originaron el golpe de Estado. Las hay internas y externas. Un grupo de elite hondureña se sintió agraviado con la presencia del gobierno de Venezuela en Honduras, grupo asociado con la reacción más dura de la derecha norteamericana, en Washing
ton y en Miami. Ellos fraguaron el golpe, crearon las condiciones para una crisis política que no existía. Desde luego que uno de los argumentos usados fue la presencia del gobierno de Venezuela en Honduras. Esa presencia era de energía con Petrocaribe, y de solidaridad con el Alba, con varios proyectos de solidaridad en educación y en salud. Venezuela aprobó en un año proyectos para Honduras, lo que a Estados Unidos le llevaba diez. Y aun así querían que fuéramos enemigos de Venezuela. Aquí se presentaron personajes como Otto Reich, como Robert Carmona, dos años antes del golpe, a fraguar la crisis. Todos los días salían ellos desde Washington en los medios de comunicación creando las condiciones para la crisis. Después dieron el golpe de Estado, que fue un fracaso total. Hoy ya no tienen posibilidad de dar otro golpe porque éste fracasó. Ningún país lo reconoció, el mundo los condenó, los aisló durante años, la economía se vino abajo, la pobreza creció, la violencia es la más grave del planeta Tierra. En todos los campos, en todas las líneas Honduras se atrasó.

-¿Qué garantías tiene Libre de que las elecciones serán transparentes?

-Ésa es una aspiración y creemos que la podremos lograr.

-¿Por qué ahora sí habría garantías para un proceso electoral limpio?

-Es que no pueden volver a usar armas…

-Armas no, pero…

-Bueno, podrían utilizar el fraude, pero cómo quedaría el Estado... Creo que el propio Estados Unidos está interesado en que aquí haya elecciones transparentes, no en sostener un proceso de crisis. No creo que quieran aquí ni otro Vietnam, ni otro Afganistán, ni otro Irak.

-En México estamos viendo acusaciones fuertes de fraude electoral, mediático y de compra de votos…

-Todo es posible, pero no tienen ninguna posibilidad de triunfar bajo ese mecanismo. Aquí la población ha tomado mucha conciencia de su estado de opresión y de exclusión del modelo de desarrollo que hay en el país. Y quiere participar. Esa conciencia del pueblo está a favor del cambio con Libre.

-Se advierte un clima de terror para los dirigentes de Libre. ¿Cómo incide en la agrupación esa persecución a la dirigencia social, sindical y política de izquierda?

-Ojalá sólo fuera persecución. Hay tortura, asesinato y muerte; aquí hay más de dos centenares de asesinatos de la resistencia al golpe en dos años. Honduras tiene la tasa de homicidios más alta del mundo. Esto es después del golpe, nunca antes había sido así: 86 asesinatos por 100.000 habitantes. Ni en Irak ni en Afganistán hay una tasa de homicidios como la que hay en el país. Estamos sujetos a un régimen general de represión y muerte. Reconocemos la voluntad del presidente [Porfirio] Lobo pero sabemos que él mismo dio amplia participación a sectores que dieron el golpe de Estado y no ha podido controlarlos. Hay un canto popular que dice “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”. Aquí nadie tiene miedo a morir por el proceso. Todos estamos dispuestos a sacrificarnos porque el proceso continúa. Asesinan a uno y hay 1.000 o un millón que vienen detrás, respondiendo por esta lucha política. No lo digo por demagogia o populismo, yo mismo me he sometido a todo tipo de riesgo, lo digo por convicción. Así como estoy yo está mi familia, está la candidata de consenso, Xiomara, los dirigentes magisteriales, los obreros, los campesinos. Todos estamos dispuestos a dar una lucha de frente y a poner el pecho porque practicamos la no violencia. A poner la mejilla y que ellos disparen, y nosotros vamos a poner a las personas que se sacrifiquen pero vamos a liberar Honduras. A cualquier costo. Hoy, mañana o siempre, la historia la hacen los pueblos, decía Allende.

-¿Cuál sería su rol en este nuevo proceso?

-A mí me nominó el Frente Nacional de Resistencia Popular como su coordinador estando en el exilio. Yo no tuve ninguna acción en ese sentido. Me nominaron al año, después por otro año más, y ahora vamos a elecciones para nominar definitivamente la elección del partido por cuatro años.

-¿Va a ser candidato a diputado?

-Es posible, hay una gran posibilidad porque, igual que en Estados Unidos, los regímenes presidencialistas han ido perdiendo vigencia en cuanto a perder autoridad frente a los congresos. Aquí el que tiene 70% del poder de la autoridad política es el Congreso, por lo que si los mejores cuadros de Libre no entran a la lucha por el Congreso Nacional de nada serviría ganar la presidencia.

-¿Que podría esperarse de un gobierno de Libre con Xiomara Castro en la presidencia?

-Nosotros somos personas de diálogo. La expectativa es buscar acuerdo. Tanto la empresa privada como los sectores internacionales que tienen inversiones aquí deben estar tranquilos con nosotros. No vamos a agarrar las armas como los fascistas ni vamos a mandar matar gente como ellos mandan matar a miembros de la resistencia. Vamos a sentarnos en las mesas de diálogo y a buscar soluciones democráticas, jurídicas, legales. Un Estado de derecho republicano es lo que queremos fundamentar para Honduras. Hay empresarios que no quieren competencia. Si usted trae nuevos empresarios de Brasil como traía yo, de diferentes partes del mundo, no quieren competencia. Hay otros que tienen una cantidad de privilegios que no quieren ni discutirlos. Los privilegios están bien, se les da por ciertas épocas, pero los quieren tener por los siglos de los siglos, amén… Yo creo que es necesario discutir esos temas y ni eso aceptan. Y hay otro tipo de empresarios que como no tienen salida buscan las armas para dar golpes de Estado, a eso se le llama oligarquía. Eso es lo que queremos corregir en Honduras y corregirlo pacíficamente por medio del diálogo.

-En noviembre de 2013 son las elecciones nacionales. ¿Aceptará usted el resultado de esa fecha histórica?

-Sí, claro. Nosotros aceptamos el resultado que surja de una elección libre y transparente, claro que sí. Si eso se hace así, claro que lo aceptaríamos. Yo mismo me he sometido a derrotas en el pasado y a triunfos, y ahora tenemos asegurada una victoria.