Se concretó ayer en Montevideo el remate del inmueble de la ex planta sanducera de Paylana por dos millones de dólares y de dos lotes de maquinarias por 650.000, que fueron adquiridas por el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU). Al menos uno de los interesados a los que los cooperativistas impidieron entrar para ofertar interpondrá un recurso ante la jueza de Concursos.

A la lona

Soloducho también era propietario de Dancotex -ex Sudamtex-, que acabó con la subasta de más 2.000 lotes en Colonia el 21 de octubre de 2010. En diciembre de 2007 comenzaron los envíos al seguro de paro, y luego vinieron los despidos en la planta de Montevideo. En marzo de 2008 se detuvo la producción y unos meses después los trabajadores embargaron un subsidio que iba a recibir Soluducho para asegurarse los créditos laborales.

Recientemente se registró otro capítulo del ocaso textil de otro emblema nacional. El lunes 6 de agosto fueron rematadas las últimas tres casas que pertenecían a la empresa textil Campomar y Soulas, de Juan Lacaze. Los inmuebles se vendieron por 32.000, 20.000 y 12.000 dólares. Una vez finalizado el trámite el dinero se utilizará para pagar los créditos laborales de los ex obreros de esa fábrica. La debacle se inició el 1º de marzo de 1993 cuando los empresarios anunciaron el cierre y en diciembre presentaron la liquidación. Durante estos años se remató la mayoría de los bienes de Campomar y Soulas. Entre 1915 y 1918 se contruyeron unas 60 viviendas, en las que se instalaron inmigrantes españoles e italianos y sus familias. La Agremiación Obrera Textil (AOT) estima que una vez rematadas las últimas propiedades de Campomar se cubriría 70% de los créditos laborales de los 1.190 obreros que se quedaron sin trabajo.

Sobre las 15.00, hora fijada para el remate de los bienes, decenas de integrantes de la Cooperativa de Trabajadores de Paylana (Cotrapay), identificados con remeras y gorros, se concentraban frente a la Asociación Nacional de Rematadores, en Uruguay 826, conformando una cadena humana que impedía el ingreso al local y se extendía hasta la mitad de la calle. La escena se completaba con la consigna al grito de “Que se vayan, que se vayan” y un móvil policial que había llegado tras recibir la denuncia de un interesado en ofertar cuyo ingreso fue impedido por los cooperativistas.

“Claro que me interesaba el remate, ¿para qué voy a venir si no? Pero cuando llegué no dije a qué venía y simplemente no me dejaron pasar”, explicó a la diaria el hombre, que se negó a dar su nombre aunque la diaria pudo saber que se trata de Andrés Rajchman. Su perfil en Linkedin lo vincula a la industria textil. “La agresión va a ser si yo trato de entrar: ¿usted me dice que no puedo ingresar?”, le preguntó Rajchman a un efectivo de la Seccional 1ª. “No puede ingresar por los derechos sindicales, es orden del subcomisario [oficial principal Roberto Ferreira]”, reiteró el funcionario.

Minutos más tarde, un segundo interesado intentó atravesar la cadena humana, pero fue retirado a empujones. “Entrar no vas a entrar, porque si no la gente se queda sin nada”, le espetó un integrante de Cotrapay. Una cooperativista, intentando cambiar el tono, le pidió que desistiera: “Por favor, por favor; te lo pedimos por nuestras fuentes de trabajo. Somos 400 familias que estamos a la espera”.

“Está bien, yo los entiendo, pero no es a los empujones. Tengo la plata en el bolsillo para comprar y no me dejan entrar; ésa es la historia. Yo no vine a perjudicar a nadie, vine a hacer mi laburo”, respondió el hombre, que tampoco se identificó ni dijo en representación de quién venía. “El tema es que te pudo haber mandado [Daniel] Soloducho [ex propietario de Paylana], ése es el problema”, afirmó un trabajador.

A los trabajadores de la prensa también se les impidió presenciar el remate. Sí estuvieron el senador Ernesto Agazzi (Frente Amplio), el diputado sanducero Walter Verri (Partido Colorado) y el intendente de Paysandú, Bertil Bentos (Partido Nacional), además de autoridades del Instituto Nacional de Cooperativismo y del Centro Cooperativo Uruguayo. El remate se concretó luego de que la jueza rechazó ayer un recurso de inconstitucionalidad que, según Cotrapay, fue presentado el viernes 10 por una veintena de ex trabajadores de Paylana que no integraban el sindicato ni la cooperativa.

El presidente de Cotrapay, Mauro Valiente, dijo a la diaria que accedió al recurso, “pero no queremos darle importancia”, agregó. “Lo importante es la alegría que tenemos ahora, queremos achicar todo lo que pudo haber salido mal”, señaló tras el remate. Consultado sobre los hechos ocurridos mientras éste se desarrollaba, afirmó: “Sabíamos que podía haber más interesados, pero le garantizamos la entrada a todo el mundo. Desconozco si hubo más interesados; nunca quisimos causar ningua molestia”.

El hecho de que, como estaba previsto, el BROU -principal acreedor- concretara la adquisición del inmueble y de las maquinarias asegura la viabilidad del emprendimiento autogestionado por sus trabajadores mientras que esperan la aprobación de un proyecto presentado al Fondo de Desarrollo (Fondes) por 4.100.000 dólares (ver la diaria del 10/08/12). El 90% de los 400 trabajadores de la ex Paylana está en el seguro de paro desde diciembre de 2011, cuando la fábrica cerró. La cooperativa está integrada por 280 personas, pero se calcula que los puestos laborales superarán ese número.

Con el remate concretado, el BROU queda habilitado a hacer un llamado a interesados en adquirir todo el paquete industrial como un proyecto productivo. No obstante, de acuerdo a la información recabada por la diaria, al menos una de las personas que ayer no pudieron participar denunciará en los próximos días lo ocurrido ante la magistrada, que podría declarar nulo el remate. Consultado por la diaria sobre esta posibilidad, el secretario de Cotrapay, Gastón Fleitas, dijo: “En todo caso, está en manos de la Justicia. Esperemos”.