De arranque nomás, en la primera pelota que cayó al área, Carlos Canobbio saltó por detrás de la defensa para cabecear y poner el 1-0. Iban dos minutos de juego. Alguien lo perdió, ni sabemos quién, porque apareció tan solo que capaz que era el Pecho el encargado de pararlo. Era el debut del arquero danubiano Salvador Ichazo, luego de la partida de Mauro Goicochea el viernes rumbo a Italia. Y se notó. Sólo dos minutos después le pasaron una pelota atrás y su rechazo le quedó en los pies al clase A de los gauchos: Fabián Canobbio. El 8 se la puso por arriba desde bien lejos. Progreso fue siempre más peligroso. Por momentos cedió la iniciativa, pero Danubio chocó con dos zagueros altos bien parados que restaron todo lo que se les vino. Por su parte, Lombardi, Alles y Canobbio se juntaron a tocar todo lo que quisieron. Hasta levantaron el “ole, ole” de su gente varias veces en el partido.

En el segundo tiempo, cuando la franja se tiró más arriba, un contragolpe terminó con otro golazo de Progreso. Matías Appelt, hombre surgido en Danubio, también le metió un sombrerito a Ichazo para el 3-0. Enseguida un hincha veterano se paró de frente al palco oficial para reclamar contra los dirigentes.

Dentro de la cancha Fabricio Formiliano metió un cabezazo luego de un córner para descontar. Apenas se gritó en Jardines. Pero para cerrar la goleada, en otro contragolpe, Sebastián Gaitán terminó definiendo desde el centro del área.

Progreso llegó a seis puntos en dos fechas. Ganó ambos encuentros como visitante. Marcó seis goles y recibió sólo uno. Tendrían que ir agrandando el Paladino, porque cuando le toque jugar ahí La Teja entera va a querer ir.