Luego de dos jornadas de declaraciones de las distintas partes y de que la joven afrodescendiente Tania Ramírez pasara por médico forense, el juez Juan Carlos Fernández Lecchini les imputó delito de “lesiones graves” y procesó con prisión a las tres mujeres que la agredieron a la salida de un boliche en Parque Batlle, y que varias semanas después se entregaron a la Justicia. Cabe señalar que hay una que todavía no se entregó y se desconoce su paradero.

El fiscal Carlos Negro descartó, a partir de las declaraciones, que haya habido discriminación racista en el incidente ocurrido por la toma de un mismo taxi. En diálogo con la diaria aclaró que durante la agresión sí existieron actitudes discriminatorias. “Acto de discriminación hubo porque hubo insultos, y los insultos -me animaría a decir que en la mayoría de los casos- tienen connotaciones discriminatorias, ya sea por la sexualidad, el aspecto físico, el color de piel, etcétera, pero eso no determina que el móvil del incidente haya sido una cuestión racial discriminatoria”, explicó.

Negro calificó el incidente no como una “pelea” sino como “pura agresión de un grupo hacia dos personas”. Consideró que de tratarse de una riña se hubiera producido un intercambio de golpes y los distintos bandos manifestarían voluntad de pelear. “En este caso, no hay dos bandos que tengan voluntad de reñir, sino que hay un bando que ataca a dos personas y las lastima. En la filmación no se ve ningún golpe dado por Tania; ella se defiende y es atacada salvajemente”, resumió.