El trabajo fue presentado el viernes en la Torre Ejecutiva y se trató de un esfuerzo interinstitucional, que si bien fue liderado por el Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de la República (Udelar), también contó con la participación activa del resto de las instituciones que integran el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica. Entre éstas están el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Ministerio del Interior (MI), organizaciones de la sociedad civil y algunas intendencias departamentales que tienen programas de atención específicos en esta temática. Según explicaron las representantes del equipo de investigación de la Udelar Carla Calce y Gabriela Pacci, el que las instituciones del Estado encargadas del tema hayan participado en el proceso de diagnóstico constituyó una de las riquezas más importantes del proceso de investigación. Esto hizo posible que las propias instituciones se sintieran parte de ese diagnóstico y que éste no fuera tomado como una mirada desde afuera que las evalúa. De esta forma es más sencillo que los actores puedan incorporar y aprehender las formas de superar las debilidades y también los procedimientos que hacen a las fortalezas de la lucha contra la violencia hacia la mujer, según dijeron las investigadoras. El equipo fue coordinado por Mariana González Guyer y sirvió para que se consolidara un grupo con ese interés en el Departamento de Trabajo Social de la FCS, algo que no había pasado hasta el momento. Si bien los resultados hablan de lo ocurrido hasta 2011, las investigadoras señalaron que los diagnósticos son perfectamente aplicables a 2013, ya que no han perdido vigencia.

El estudio contó con tres momentos metodológicos. En el primero el equipo se abocó a revisar la información institucional disponible y sistematizarla; en el segundo se la contrastó y profundizó mediante entrevistas a referentes institucionales; en el tercero se validaron los contenidos y las distintas herramientas utilizadas y brindadas por cada institución.

Una foto

Calce y Pacci hablaron de la importancia de la lucha de organizaciones feministas que se transformaron en las impulsoras para que la violencia de género hoy sea un tema de agenda en el país y con una institucionalidad creciente, algo que no pasaba hasta hace algunos años. Una de las principales conclusiones que el trabajo permitió extraer fue la necesidad de reafirmar la importancia de espacios interinstitucionales, y en ese sentido la continuidad del trabajo del consejo consultivo para jerarquizar el tema a la interna de cada una de las instituciones que lo integran.

Las investigadoras también hablaron de la existencia de marcadas diferencias entre Montevideo y el interior, no sólo en el acceso a la información por parte de la población sino también en las respuestas del Estado y capacitación específica de funcionarios. En este sentido destacaron la necesidad de contar con buena información y con un sistema nacional accesible y coordinado. También señalaron que el punto más débil en la atención del tema es el referente a los varones agresores (que constituyen la mitad de la población implicada en la violencia de género), para los que hay medidas y programas pero todavía incipientes. Como actualmente los programas de atención varían mucho de acuerdo al departamento del que se trate, el proceso de diagnóstico dio cuenta de la importancia de que la cobertura se extienda a nivel nacional y que además se democratice el acceso a mecanismos de prevención de acuerdo a la diversidad de situaciones sociales y económicas. En cuanto al trabajo institucional, indicaron que queda pendiente la sensibilización, capacitación e identificación de funcionarios que en cada una de las instituciones tengan acumulación en el tema y que lo puedan priorizar y entender en un marco conceptual más amplio. Sin embargo, y pese a los avances registrados en la visualización pública del tema, uno de los principales debes señalados por las docentes es que todavía no se ha logrado colocar en la agenda pública la violencia de género como un tema de seguridad.

Hay equipo

Por su parte, la directora de la División de Políticas de Género del MI, Marisa Lindner, habló de la violencia de género como una desigualdad transversal a toda la sociedad, y destacó la estrategia del consejo asesor para erradicarla. Por un lado, se apunta a la prevención entendiéndola como la modificación de pautas y mandatos culturales, para de esa forma no sólo trabajar sobre el problema sino también sobre la solución. También se apunta a fortalecer los sistemas de red de asistencia y a mejorar el acceso a la Justicia, que hasta hace algunos años no aparecía muy separado del momento de atención primaria. A su vez, hay dos ejes transversales que son los que apuntan a mejorar los sistemas de información y la formación y capacitación de funcionarios que atienden este tipo de situaciones, apuntando en primera instancia a la sensibilización.

La directora del Instituto Nacional de las Mujeres del Mides, Beatriz Ramírez, reconoció todos los avances, pero también dijo que para erradicar la violencia de género todavía queda mucho por hacer. En ese sentido, destacó la búsqueda de nuevos acuerdos de financiamiento, como el recientemente logrado con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.