A veces el deporte tiene estas cosas. No había empezado el partido y la gente, que casi llenaba el Palacio Peñarol, tenía una satisfacción emparentada con aquella de hace algunos meses cuando flirteaba con alzar la copa de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Es que ayer, mucho antes de que el partido Aguada-Uniceub se echara a rodar, ambos contendientes ya se sabían semifinalistas de la Liga Sudamericana, dado que a primera hora Peñarol de Mar del Plata había logrado su única victoria en esta llave semifinal y dejado sin chances a su vencido Argentino de Junín, que el miércoles sorprendió al derrotar al brasileño Uniceub. Peñarol superó a sus connacionales argentinos 74-64 en un partido preliminar que dominó de principio a fin.
Así las cosas, con el corazón latiendo alto, pero más por alegría que por suspenso, ambos equipos jugaban sólo para definir cuál terminaría primero y cuál segundo, y entonces saber quién se cruzaría con Baurú y quién con Boca Juniors de Argentina.
Cuando un equipo tiene que dar todo lo que puede y más para ganarle a otro que es superior y desde antes de que la pelota vuele en el salto inicial se tiene la alegría de la meta cumplida, es difícil trabajar ese extra que se precisa para dar una competencia justa. Y así fue. Uniceub se le fue lejos a Aguada, que además arrancó sin Leandro García Morales, por su déficit físico agravado por la exigencia de elite diaria, y llegó a sacar hasta 20 puntos de ventaja, cerrando los primeros 10 minutos 13 puntos arriba (26-13).
Mientras que los dirigidos por el Oveja Hernández, que, como es sabido, cuentan con el Oso Martín Osimani entre sus extranjeros, se llenaban de triples (iban 6 de 12 intentos), Aguada no conseguía ni un gol desde los 6,75 metros y eso pesaba en el desarrollo de la primera parte, que finalizó 49-32. Si te marcan casi 50 puntos en un tiempo está difícil, pero los rojiverdes se quedaron con el tercer cuarto y dejaron la ventaja en 12 -casi en partido, de acuerdo con los parámetros no establecidos de lo que es quedar a tiro-. Con un último cuarto a tope, con Leandro dibujando imposibles, se pusieron a sólo un punto cuando faltaban segundos para el final.
Pero ante la falta de acierto del triple salvador, Uniceub se desembarazó de un equipo que asfixiaba y de una hinchada que soplaba desde las tribunas, y se quedó con el triunfo 88-83 y con el primer puesto.
El miércoles 27, cuando se jueguen las semifinales de la Liga Sudamericana en el Final four, aún no se sabe en qué escenario, Aguada deberá enfrentar a los duros paulistas de Baurú, mientras que Uniceub jugará con Boca. Hay posibilidades de que la serie final se juegue en Montevideo. Eso ocurrirá si Aguada presenta la mejor oferta; la Asociación de Básquetbol de Sudamérica le dio tiempo hasta el lunes para establecer una posible planificación para ser sede de la definición.