Laura* es una estudiante de la carrera en Ciencias Biológicas de Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar). De origen humilde, trabajadora, le costó mucho sacrificio cursar sus estudios al mismo tiempo que trabajaba. En 2008, como cualquier estudiante de la facultad, llegó su momento de comenzar una pasantía que además de contribuir a la experiencia profesional sirve para que los estudiantes puedan hacer su tesis de graduación, un documento que debe arrojar los resultados de un trabajo de investigación científica desarrollado en determinado lapso. La duración de ese trabajo depende en gran medida de la carrera de la que se trate y del tiempo que el estudiante pueda dedicarle, pero es un hecho que en el caso de Laura dicho lapso excedió ampliamente sus expectativas y fue un factor de desmotivación, a tal punto que hoy duda en culminar la carrera.

En 2008 empezó su pasantía en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), con la expectativa de terminar su tesis en algunos meses, pero su situación se tornó un tanto compleja e intervinieron otros factores que no estaban en los planes. Según narró a la diaria Gonzalo Mendizábal, un testigo del caso y conocido de Laura, poco tiempo después de que entrara al IIBCE comenzó a ser acosada por un investigador del instituto, que además es docente de la facultad y era el tutor de su tesis de grado.

Antecedente

Mendizábal también mantuvo reuniones con otras mujeres que se contactaron con él a partir de la publicación del caso en su blog, quienes aseguran haber sido acosadas por el mismo docente. Una de ellas dijo haber ganado un concurso en 2004 para el IIBCE y haber recibido insinuaciones del investigador casi de inmediato. El docente un día puso su mano sobre la cintura de la mujer, que estaba embarazada, y la situación fue denunciada únicamente ante la secretaría del instituto, que trató el tema en una comisión. Resolvió que el cargo de la denunciante se trasladara a la Facultad de Ciencias y sancionó al docente impidiéndole contratar pasantes por un año.

En crónica

Según explicó Mendizábal, en poco tiempo el tono que se manifestaba en los intercambios que el docente tenía con la estudiante evolucionó de “amigable a galanteo indisimulado”, y ya sobre mediados de 2008 Laura le pidió a su amigo que la acompañara varias veces al instituto, en un intento de poner freno a la situación. Lejos de eso, el tutor empezó a enviarle mensajes de texto a horas impropias, por motivos ajenos a los académicos, según Mendizábal. Además, explicó que en aquel momento la estudiante era reticente a denunciar al docente porque sospechaba lo que más tarde se terminaría confirmando: las dificultades para que se investigara el caso y se determinara si había culpabilidad, sin que ella quedara expuesta.

De acuerdo a lo narrado por el testigo, durante 2009 el trato se mantuvo de forma similar, y los mensajes e invitaciones fuera del horario de trabajo continuaban, incluso muchos de ellos por las noches. Los mensajes llegaban principalmente los miércoles, día en que el docente se reunía con sus amigos, según él mismo le decía a la estudiante. En 2010 la relación cambió: según Mendizábal, el docente tomó otra pasante, lo que tuvo como efecto, por un lado, que el acoso cesara “completamente” y, por otro, que a Laura le resultara difícil coordinar reuniones con el tutor para trabajar en el progreso de su tesis.

Pero en 2011 el vínculo tuvo un nuevo giro según el testigo. La otra pasante culminó su trabajo en el IIBCE y cuando Laura volvió a contactar al docente para retomar el trabajo de la tesis, éste retornó a la actitud inicial y la presionó con invitaciones a salir por chat y mensajes de texto.

Denuncia web

Mendizábal se tomó el trabajo de recopilar cada nuevo avance en el caso y resolvió crear un blog de denuncia (acososexualenlauniversidaduy.blogspot.com), en el que pueden verse capturas de pantalla de los diálogos que Laura y su tutor mantenían. En uno de los chats, con fecha 21/06/11, el docente la invita a una cena a la que asistirían “amigos”, aunque ninguno conocido de Laura. Previo a la invitación, la estudiante le había comentado que estaba desempleada y en la búsqueda de un nuevo trabajo, ante lo que el docente le sugiere que vaya al siguiente día de mañana al laboratorio para que comience “a ayudarlo”.

Ante una serie de negativas de Laura a la invitación de salir esa noche, y de frases como “yo siempre pienso en vos”, “yo quiero darte bolilla pero vos te borrás” y “no te voy a cagar si no vas, pero voy a estar más triste”, el tutor termina diciendo que “si la invita es por algo”. En la conversación Laura le plantea si prefiere que se abra de la pasantía, pero el docente trata de explicarle que la invitación a la “jodita” no tiene nada que ver con ese tema y le aconseja que no tome decisiones apresuradas por esa conversación, que además se daba desde la misma casilla de correo desde la cual se contactaba con sus estudiantes por temas académicos.

Finalmente, en agosto de 2011 la estudiante decide denunciar la situación ante el decanato de la facultad y pide además un cambio en el tutor de su tesis. A principios de setiembre, el tutor le escribe un correo -esta vez desde una cuenta de correo institucional- en el que le dice que estaban prontas las correcciones finales a su tesis. Según lo narrado por Mendizábal, dos días después el tutor volvió a escribirle: “Acabo de ser informado por el decano de la Facultad de Ciencias del trámite que has comenzado. Lamento que creas que ésa es una forma de resolver el problema”. Además, le anunció que lo referente a las correcciones del trabajo quedaba “en stand by” (en suspenso).

En los papeles

La ley Nº 18.561 define al acoso sexual como “todo comportamiento de naturaleza sexual, realizado por persona de igual o distinto sexo, no deseado por la persona a la que va dirigido y cuyo rechazo le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral o en su relación docente, o que cree un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil o humillante para quien lo recibe”.

La norma, aplicable tanto en el ámbito público como en el privado, establece la responsabilidad de los empleadores al tomar conocimiento de los hechos, y que “en caso de que el autor del acoso sexual fuera un trabajador dependiente, será sancionado de acuerdo con la gravedad del comportamiento, pudiendo ser despedido por notoria mala conducta, y en caso de ser funcionario público la conducta será calificada falta grave”. Además, se designa a la Inspección Nacional de Trabajo del MTSS como “el órgano competente en el ámbito público y privado del contralor del cumplimiento” de la ley.

Lejos de aclarar

Los resultados de la investigación que la facultad ordenó al respecto no están prontos, si bien alguna vez estuvieron cerca de estarlo, de acuerdo a lo que en su momento les fue comunicado a Laura y su testigo. Mendizábal sugirió que el hecho de que el docente investigado haya sido integrante de la Comisión Directiva de la Asociación de Docentes de la Udelar (ADUR) de la Facultad de Ciencias desde 2008 a 2012 ha incidido negativamente en la pesquisa. Por otra parte, el nombramiento de la nueva tutora de tesis demoró cerca de tres meses, y en un principio tenía un trato un tanto distante con Laura, aunque dicha situación cambió a partir de una intervención del propio rector de la Udelar, Rodrigo Arocena, según dijo Mendizábal.

Ante la falta de respuesta de la facultad y el hecho de que ni siquiera habían sido llamados a declarar los implicados, la estudiante presentó también una denuncia ante la Inspección Nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), pero según narró el testigo, el organismo estatal ordenó a la Udelar investigar el caso.

En la última semana hubo novedades: un investigador de la Udelar del que los denunciantes desconocen su identidad y procedencia finalmente llamó a declarar a Laura. Cuando la estudiante llegó a la Facultad de Ciencias se encontró con la desagradable sorpresa de que debía entrar a una habitación en la que estaría con el investigador, el denunciado y su abogado, ante lo que se negó en medio de una crisis nerviosa. Pero ni el denunciado ni su abogado se presentaron en dicha instancia, y Laura fue llamada nuevamente a declarar el 22 de este mes. Esta vez, y tras un pedido de Mendizábal a Arocena, sin la presencia del denunciado.

la diaria consultó a varias fuentes universitarias, tanto de Rectorado como de la Facultad de Ciencias, que señalaron que el caso se está investigando en la División de Jurídica de la Udelar “con estricta reserva”, tras el comienzo de un sumario al docente, máxima medida administrativa que se puede tomar contra un funcionario público, antes de la destitución.

  • El nombre es ficticio.