Fue en el marco de la segunda fecha del hexagonal final del Sudamericano sub 17 que otorga cuatro lugares para el mundial que se disputará en Emiratos Árabes Unidos. El partido se jugó en el estadio Juan Gilberto Funes de La Punta, provincia de San Luis. El primer tiempo uruguayo no fue del todo bueno, pero en el segundo los dirigidos por Fabián Coito mejoraron. El domingo Uruguay jugará ante Paraguay a las 17.05 en busca de un triunfo que lo acerque a la clasificación.
Los locales no dieron tiempo ni para acomodarse: ya a los dos minutos se pusieron 1-0 arriba. El gol fue maravilloso: centro desde la izquierda que controló de pecho Sebastián Driussi e inmediatamente metió una chilena exquisita que pasó por arriba de la cabeza del golero Thiago Cardozo. Y desde afuera del área. Qué golazo. Jodido arrancar así, y peor si querés reaccionar y diez minutos después el pibe Driussi pone el 2-0. Saladito, el clásico rioplatense. Después se vino un corte de luz en el estadio que duró unos minutos y Uruguay tuvo un tiro libre que pegó en la barrera.
Les costó a los celestes, que ayer vistieron la indumentaria de alternativa blanca. Hay que usar la roja, señores de Puma. Sobre el final de la primera etapa Argentina quedó con diez jugadores por la expulsión de Matías Sánchez por una tremenda patada. Cuando se iba la primera etapa, Marcio Benítez arremetió por la izquierda, se sacó un argentino de encima, levantó la cabecita y metió un derechazo tremendo al ángulo superior izquierdo de Augusto Batalla. Golazo de Uruguay y motivación para ir al entretiempo y encarar la segunda etapa. 2-1 y a descansar.
V de Vendetta
Como si la película tuviera que repetirse, pero a favor del equipo contrario, al minuto Uruguay igualó el tanteador con otro golazo. La jugada fue preciosa; desde que partió tras un saque de mitad de cancha la pelota pasó por los uruguayos con 14 toques hasta llegar al área. La triangulación terminó con Kevin Méndez, que metió el centro al medio, y con Franco Acosta -que entró por Francis D’Albenas para el complemento-, que apareció desde la derecha y la empujó a la red. 2-2 y volver a empezar.
Después Uruguay no generó tanto peligro y perdió el control de la pelota. Y Argentina, a pesar de tener un jugador menos, comenzó a dominar y a llegar con fuerza, sobre todo gracias a los ingresos de Cañete y Storm. Eso no importó porque Uruguay se metió, a pechera, por el lado derecho y Kevin Méndez mandó un derechazo que entró pegando al palo izquierdo del golero, y cuando la guinda ya estaba adentro, un argentino la sacó. 3-2 y locura celeste. Era un triunfazo clásico, pero sobre el final Rodrigo Moreyra puso el 3-3 de cabeza después de una falta increíble que el árbitro no vio. Una lástima. Y es clásico; el que no lo reconozca está equivocado. Bien Uruguay, igual.