Como aquella atajada de Salvador Ichazo en los últimos instantes del campeonato Apertura, ante la IASA en San José, Danubio logró sostener un empate que en el transcurso del segundo tiempo parecía poco probable. Algún hincha, periodista sabelotodo o simple espectador dirá que a Danubio le empataron, y que perdió 2 puntos pensando en la tabla anual y las copas. Pero eso se sabrá al final.
Porque es cierto que el Rata Martiñones erró un par de goles claros y que Danubio se puso en ventaja luego de una jugada en la que los franjeados parecieron vestir túnicas del laboratorio de la Curva. Jonathan Álvez -la gran revelación 2013- logró conectar con su cabeza una pelota que le llegó luego de un movimiento seguramente practicado en la semana.
Danubio controló el primer tiempo en un campo donde el agua caída el fin de semana complicaba el juego por bajo.
En el segundo tiempo, Cerro logró apretar y generar peligro. Fue Hugo Silveira el que puso el empate en el partido. Este jugador se ganó hace rato ser uno de los delanteros titulares en el albiceleste, junto con el chiquitín Romário. Dupla temible que sostiene la esperanza villera.
Romário Acuña, que había convertido 11 goles en 11 participaciones en el Torneo Apertura para Cerro, no pudo en dos ocasiones porque apareció el Salvador de la franja. Ichazo tapó todo lo que Cerro generó desde el empate. Ni el ex danubiano Carlos Grossmüller pudo vulnerar al gran arquero, que supo aprovechar el buen momento uruguayo en juveniles y disputar dos mundiales. Y es que por algo Mauro Goicoechea volvió de la capital italiana para quedarse en el banco de la Curva durante el Apertura, contra todo pronóstico.
Pocas veces las imágenes de las atajadas del fútbol uruguayo son difundidas. Apenas los goles se pueden ver con cierta facilidad, y eso si usted deja de pestañear por unas decenas de segundos. Las atajadas construyen tantos campeonatos como los goles. Algún día se hará justicia con muchachos como Salvador Ichazo.
Danubio cosechó su segundo empate y Cerró logró sumar tras su derrota en el Prado frente a los bohemios. Dos comienzos con algunas dudas, pero que demuestran por momentos que pueden lastimar. ‘Ta lindo el campeonato, che; después hablamos.