Defensor Sporting y Malvín se enfrentarán a las 21.15 en el Palacio Peñarol por cuarta vez en la definición de la LUB. La serie, que es al mejor de siete partidos, tiene arriba al azul de la playa 2-1, tras haber perdido el primer enfrentamiento y reponerse en gran forma para ahora estar arriba y a dos victorias del título.

Los dirigidos por Pablo López han establecido una muy buena defensa en los dos juegos que pudieron ganar, recibiendo 49 puntos en uno y 70 en el último, respectivamente. Sin lugar a dudas, el éxito de Malvín en gran parte se debió a lo realizado en su campo, cortando los circuitos ofensivos del rival. Por ejemplo, en el choque del lunes, Marcos Cabot había comenzado muy bien en los primeros 10 minutos de juego, pero el ingreso de Germán Silvarrey frenó al base sportinguista. Reque Newsome, que entró desde el banco de suplentes, es otro basquetbolista que le da mejor tono defensivo al equipo.

En la ofensiva, el playero se vio obligado a insertar rápidamente al argentino Alexis Elsener, que llegó para sustituir al puertorriqueño Richard Chaney, quien sufrió una fractura en un dedo. El alero fue incluido como titular por Pablo López y respondió de buena manera; finalizó con 7 unidades en su planilla, a los que sumó 3 rebotes y 2 asistencias en casi 18 minutos de juego. El ex Atenas de Córdoba de Argentina mostró una buena capacidad atlética y estuvo muy enchufado en el tiempo que estuvo en la cancha. El DT malvinense está apostando mucho a las situaciones de pick central, que le vienen dando buen resultado, y a las salidas de Nicolás Mazzarino de las cortinas indirectas.

Defensor Sporting ha sido superado claramente por su rival en los últimos dos partidos por varios motivos, pero uno fundamental es la salud de Federico Álvarez. El alero tiene inconvenientes con su rodilla tras un mal movimiento que hizo en el primer juego de la serie, por lo que prácticamente no pudo estar a la orden en el segundo y jugó menos de 20 minutos en el tercero. Más allá del tiempo que pueda estar en la cancha, no está en su plenitud física, y esto no le permite desplegar su juego con normalidad. En consecuencia, los fusionados pierden en dos aspectos clave: la defensa y el contraataque. Álvarez es de los mejores basquetbolistas cuando juega con cancha abierta y con espacios para aprovechar el ataque rápido, y su ausencia hace que su equipo anote muy pocos puntos por esa vía, cuando todo el año ha convertido muchos más. En cuanto a la formación inicial, Jauri ensayó en el último enfrentamiento con la doble base compuesta por Cabot y Diego García, a diferencia del cotejo anterior, en el que puso a Andrés Aristimuño.

El estadounidense Robby Collum y el panameño Rubén Garcés estuvieron por debajo de sus promedios en estas finales, por mérito del oponente y por baja efectividad en los tiros de campo. Por ahí puede pasar la recuperación, buscando que ellos asuman un poco más y generen sus propios puntos y mejores tiros para sus compañeros.

Repaso

Malvín y Defensor Sporting realizaron un gran torneo y merecidamente son los dos que están definiendo el campeonato. Fueron los más destacados de la temporada regular, ocupando el puesto 1 y 2 de la tabla de posiciones previa a los play off. Acostumbrados a figurar en estas instancias decisivas, ambas instituciones están en busca de su tercer título de LUB.

En esta final se da la particularidad de que los entrenadores protagonistas de la serie ya se enfrentaron en ediciones anteriores para definir el título. La primera vez fue en la temporada 2003, cuando el fusionado, con Jauri a la cabeza, ganó una final muy polémica con un doble sobre -pasada- la hora de Daniel Rivero. La segunda fue en 2009-2010 y nuevamente Jauri pudo superar con su equipo a Pablo López y los suyos. En las dos finales que se enfrentaron, sin incluir la serie que se está desarrollando por estos días, el DT que comparte la profesión con la de ingeniero civil superó al entrenador 
malvinense.

Se había dado hasta el partido anterior, cuando debutó el argentino Elsener, que los dos equipos finalistas seguían con la pareja de extranjeros que habían contratado al inicio del certamen. La salvedad había que hacerla precisamente con Chaney, que al igual que ahora se había fracturado un dedo de una mano y se había perdido algunos cotejos; pero el pivot Djibril Kanté disputó toda la temporada. Precisamente, el pivot estadounidense tiene muy buenos promedios este año, con más de 10 puntos y 7,1 rebotes promedio por partido. Del otro lado están Collum y Garcés, que prácticamente no estuvieron ausentes, a no ser en un encuentro que se perdió el alero por lesión. Esto no es muy común en la LUB actual, en la que las instituciones recambian a los foráneos muy rápidamente y es difícil que las duplas se mantengan idénticas de principio a fin.