Ayer de tarde se completó la segunda fecha por el último grupo de Brasil 2014, que tuvo como resultado más significativo el pasaje a la siguiente ronda de una selección más, la de Bélgica. El estadio Maracanã de Río de Janeiro fue testigo del 1-0 con el que los belgas superaron a Rusia y lograron, a la luz del resultado posterior entre Argelia y Corea del Sur (victoria 4-2 de los africanos), la primera ubicación, aun si perdieran en la última fecha, que se jugará el jueves.
El partido más atrayente de la jornada final será el que enfrente a Argelia, que quedó con tres puntos, y a los rusos, que tienen uno solo; probablemente de ahí salga el segundo clasificado. Más difícil quedó el panorama para el combinado surcoreano, que deberá ganarle a los belgas -por buena diferencia de goles- y esperar el resultado del otro partido.
Un duque, más que un zar
Cuando faltaban 2 minutos para terminar el partido y Rusia atacaba desordenadamente buscando el gol, la defensa belga se quedó con la pelota y Eden Hazard y Divock Origi salieron de contragolpe por la izquierda. Hazard, volante de Chelsea apodado el Duque, buscó la línea final, tiró el centro atrás y lo recibió Origi, que puso el 1-0 con un tiro fuerte pisando el área chica, imposible para el arquero ruso Akinfeev. Divock Okoth Origi, nacido el 18 de abril de 1995, es el jugador belga más joven que haya marcado en la historia mundialista de la selección roja, con un camino que recién comienza: apenas tiene jugados cuatro partidos internacionales y un gol convertido. De origen keniano aunque nacido en Ostende, Bélgica, el joven futbolista que defiende al Lille de la liga francesa, sustituyó a Romelu Lukaku en la segunda parte y dio, con ese gol, la clasificación a su equipo para la siguiente instancia de Brasil 2014. Fue la diferencia en un partido apático, frío, con más imprecisiones que certezas. Se esperaba mucho y dieron poco. Es más: se sigue esperando por ambas selecciones. Al principio fue Rusia, que intentó dentro de su esquema bastante defensivo. Bélgica mostró lo interesante en acciones individuales, que lograron lo que todo un colectivo no pudo: desequilibrar.
Todos goleando
Gracias a lo hecho básicamente en el primer tiempo, en el que se mostró fulminante y efectivo, Argelia ganó un partido mundialista luego de 32 años. Los africanos superaron 4-2 a Corea del Sur. Con estos tres puntos y faltando un partido para cerrar el grupo, pugnarán por lograr, por primera vez en historia, el pasaje de fase en un Mundial.
Con la conducción de Sofiane Feghouli, jugador que milita en las filas del Valencia español, la selección argelina aplastó con contundencia a Corea del Sur. Entre los 26 y 38 minutos de la primera mitad ya ganaba 3-0, gracias a las anotaciones de Islam Slimani, Rafik Halliche y Abdelmoumene Djabou; el cuarto lo puso Yacine Brahimi a los 62. El elenco coreano reaccionó en la segunda parte y descontó en dos ocasiones con goles de Son Heung Min y Koo Ja Cheol, pero la historia ya estaba sentenciada. Esta nueva victoria de los argelinos trajo a la memoria el primer triunfo que habían conseguido en un Mundial, la célebre victoria 2-1 sobre Alemania en España 1982. En aquel torneo los argelinos, que por primera vez se presentaban en un Mundial, quedaron afuera en la fase de grupos a pesar de su rutilante victoria ante los germanos, tras un descarado arreglo entre alemanes y austríacos, que cerraron su duelo 1-0 en favor de los primeros. Este resultado clasificó a ambos y dejó relegados e indignados a los africanos.