Las sensaciones siempre son un indicador del momento que se vive o para qué lado se va inclinando la balanza. Aquí en San Pablo, ayer hubo sensaciones que marcaron un poco -a pesar de lo inescrutable que puede ser la reacción de un colectivo- para dónde vamos o a dónde queremos ir. El primer indicador, ante la ya anunciada y cerrada negativa a adelantar los 11 que jugarán hoy, es que buena parte de los uruguayos futboleros, por lo menos los que estamos en la metrópoli paulista, estamos más ocupados en especular racionalmente sobre quién sustituirá a Lugano que en “llorar”, porque el otro día perdimos, y si perdemos otra vez estamos casi afuera.
Una hora antes de que Óscar Washington Tabárez confirmara en la conferencia de prensa oficial de FIFA, en el Arena São Paulo, la ausencia de su capitán, Diego Lugano, los medios uruguayos ya se habían enterado por medio de un comunicado de prensa emitido por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
“Por la presente la AUF informa que el jugador Diego Lugano queda descartado para el partido a disputarse frente a Inglaterra el próximo jueves 19 de junio. Presenta un sufrimiento doloroso de su rodilla izquierda, sin antecedente traumático cercano trascendente, que se ha agudizado en los últimos días, no retrocediendo con tratamiento fisiátrico, que impide el normal de- sempeño deportivo. Sin elementos objetivos clínicos significativos, se realizó resonancia nuclear magnética en la que no se constatan elementos anatómicos que requieran tratamiento específico ni quirúrgico. Se indica higiene deportiva y tratamiento fisiátrico. Se hará el control evolutivo”. Eso era lo que decía el comunicado. Para hoy no está y para después veremos, dijo Tabárez en el Arena São Paulo, lindo estadio pero que, la verdad, terminado-terminado no está.
Entonces uno se pregunta: “¡Pah! ¿Cómo hará ahora?, ¿Cómo armará la defensa?”. Sobre todo pensando en que, de las cosas más valoradas de esta selección inglesa, particularmente por Tabárez, son sus atacantes, rápidos y precisos. El entrenador dijo que la situación “no provocará un cambio de planes” para el trascendente encuentro de esta tarde. “No cambia para nada la táctica. Hoy estuvimos hablando algo de eso y fue lo primero que dijimos. Anunciamos al grupo que Diego no iba a jugar, pero la planificación que hemos empezado desde ayer continúa”, afirmó el técnico.
Y, ¿cuál será la planificación? Uno supone que con la baja de Lugano, la posibilidad de que Martín Cáceres pase a cualquier otro puesto de la zona defensiva se desvanece, porque sería cambiar de hombre o de posición a tres de los cuatro defensas, con lo que sólo quedaría Diego Godín en su posición original.
Si hubiésemos podido ver algo más de 15 minutos de la práctica que ayer hizo el plantel en el estadio paulista, tal vez hubiésemos visto a Jorge Fucile en el lateral derecho (¿o a Cáceres?), a José María Giménez o Sebastián Coates, a Godín o al Palito Pereira. Josema es rápido y muy fuerte, y eso tal vez sea determinante. Tiene el enorme antecedente de haber entrado por primera vez así, en una instancia decisiva, y marcar con éxito al colombiano Radamel Falcao García.
En el medio estarán el Tata Álvaro González, dicen que vigilando al capitán inglés Steven Gerrard, Egidio Arévalo Ríos y el Cebolla Cristian Rodríguez; un paso más adelante, pero jugando en toda la cancha Nicolás Lodeiro, en una posición en la que ya ha rendido; y en la delantera la dupla salteña, Edinson Cavani y el esperado Luis Suárez.
El punta de Liverpool, que hace casi un mes fue intervenido quirúrgicamente en una de sus rodillas, ya dio a entender que estará ante los ingleses, y de alguna manera Tabárez lo confirmó, ante las numerosas inquietudes de los periodistas. “Ha venido soportando bien las cargas de trabajo. En el caso de que juegue, indudablemente habría que darle un espacio a la posibilidad de que no esté como el Suárez que fue el goleador de la Premier League. La pregunta que hay que hacerse es si aun así es un jugador que pueda aportar cosas importantes para el equipo o no”, declaró el entrenador uruguayo, que dejó un mensaje claro en cuanto a esperanza y antecedentes en estas situaciones límite: “Hemos salido de situaciones difíciles muchas veces, y eso se va generando luego de sufrir derrotas. Esto no está terminado, y ahora hay una situación muy clara: se enfrentan dos equipos que necesitan ganar. El que lo haga dará un paso importante hacia la clasificación. Se han dado varias circunstancias muy parecidas, en las que un resultado negativo terminaría con todo, y hemos conseguido salir de ello. No hay ninguna garantía de que en esta oportunidad lo hagamos, pero sí sabemos que cuando decimos que es posible, el equipo deja todo y lucha hasta el último momento para conseguir lo que quiere”.