El encuentro en el Nuevo Gasómetro de Buenos Aires, denominación coloquial con la que se conoce al escenario llamado oficialmente Pedro Bidegain, comenzó mal para los locales, sorprendidos por los tricolores paraguayos, que fueron superiores durante todo el primer tiempo. Pero casi en la única llegada que generó, San Lorenzo tuvo la virtud de llegar al gol mediante un penal convertido por el volante Néstor Ortigoza. La sanción del penal fue bien decretada por el árbitro brasileño Sandro Ricci, por una mano dentro del área de un zaguero paraguayo, y dio pie al único gol del partido. La final fue un duelo bastante deslucido, aunque nada de eso importó a los miles de hinchas de San Lorenzo que finalmente se pudieron dar el gusto de ganar el torneo más importante del continente, un ítem que tenían en el debe y que pesaba a la hora de las duelos dialécticos con las parcialidades rivales.
El Nacional paraguayo, un equipo limitado aunque tremendamente aplicado y combativo, fue un rival durísimo para los argentinos, que sufrieron hasta el final pero consiguieron el objetivo anhelado. Uno de sus grandes artífices fue el director técnico del equipo, el Patón Edgardo Bauza, quien ya había ganado una Copa Libertadores, en el año 2008, dirigendo a la Liga Deportiva Universitaria de Quito, Ecuador. De hecho, con el logro de ayer Bauza se convirtió en el cuarto entrenador que logra obtener dos Libertadores con equipos distintos, algo que también consiguieron los brasileños Paulo Autuori (Cruzeiro y San Pablo) y Luiz Felipe Scolari (Gremio de Porto Alegre y Palmeiras) y el argentino Carlos Bianchi (Vélez Sarsfield y Boca Juniors).
Anoche en el Nuevo Gasómetro el único uruguayopresente en la cancha fue el delantero Martín Cauteruccio, que arrancó el partido como titular pero terminó viendo la consagración desde el banco de suplentes porque fue reemplazado a los 20 minutos del segundo tiempo.
San Lorenzo había obtenido su primer título internacional en 2001, cuando ganó la última edición de la efímera Copa Mercosur (se jugó solamente en cuatro ocasiones), tras superar en la final a Flamengo de Brasil. Al año siguiente los azulgranas consiguieron la Copa Sudamericana al imponerse en la definición sobre el Atlético Nacional de Medellín colombiano, pero el gran debe de los de Boedo era la Libertadores, por eso la noche de ayer fue tan especial para los hinchas del ciclón, que vivieron una de las jornadas más gloriosas de su historia.
San Lorenzo fue el representante del fútbol argentino que participó en la primera edición de la Libertadores, originalmente llamada Copa de Campeones de América, jugada en 1960. En aquella primigenia experiencia fue eliminado en semifinales por Peñarol. Luego volvió a disputar el torneo en otras 11 ocasiones, pero recién ayer pudo sumarse al grupo de clubes ganadores del certamen, al que los otros cuatro grandes del fútbol argentino pertenecen desde hace décadas. Además, con la obtención de la Libertadores consiguió la clasificación al Mundial de Clubes que se jugará en diciembre en Marruecos.