Charlie Hebdo nació en 1970. Su antecesor, Hara-Kiri, cuyo lema era “el periódico bobo y malo”, fue cerrado ese año por haber bromeado con la muerte del ex presidente Charles de Gaulle. Para eludir la prohibición, quienes hacían Hara-Kiri lanzaron Charlie Hebdo (Charlie por Charlie Brown y Hebdo por hebdomadaire, semanario en francés). Por falta de fondos, la publicación de este semanario se discontinuó entre 1980 y 1992, año a partir del cual ha incluido en sus páginas, casi exclusivamente ilustradas, a los mayores caricaturistas de Francia.

Charlie Hebdo se destacó por haber publicado las famosas caricaturas de Mahoma que salieron en el diario danés Jyllands-Posten, en 2006. En 2007, el semanario fue denunciado por la Gran Mezquita de París, la Unión de las Organizaciones Islámicas de Francia y la Liga Islámica de Francia por dos de esas caricaturas danesas y también por una de febrero de 2007 del director artístico y dibujante, Jean Cabu (la que se ve en la portada de hoy de la diaria y que representa a Mahoma). El semanario ganó el juicio.

En noviembre de 2011, su sede fue incendiada por un cóctel Molotov y su página web fue hackeada. Al día siguiente al ataque estaba prevista la publicación de un número especial llamado Charia Hebdo (sharia en francés, ley islámica), que tenía a Mahoma como supuesto jefe de redacción. Debido al ataque, la redacción de Charlie trabajó durante dos meses en la sede del diario Libération.

El director de la redacción, Stéphane Charb Charbonnier, dijo después de ese atentado -a partir del cual tuvo protección policial-: “En 20 años tuvimos 14 juicios con la extrema derecha católica y uno solo con el Islam. ¿Cuál es el problema en Francia? ¿Es el Islam o la extrema derecha?”. Recordó entonces que cuando Juan Pablo II visitó Francia titularon “Bienvenida al papa de mierda”. Más recientemente dibujaron al presidente francés, François Hollande, con el pene al aire después de que se revelara su relación con una actriz, y en diciembre titularon con “La verdadera historia del niño Jesús”.

Entre quienes murieron ayer se encuentran un hombre que trabajaba en la recepción del edificio y el ex periodista Michel Renaud, presidente y fundador de un festival dedicado a los viajes “Rendez-vous du carnet de voyage”, de la ciudad de Clermont-Ferrand, que había ido a devolverle unos dibujos a un humorista gráfico, Cabu.

Entre los ocho periodistas que murieron, además de Cabu, estaban Charb, Bernard Tignous Verlhac y Georges Wolinsky, también dibujantes que hacían la identidad del semanario. El quinto humorista gráfico que murió es Philippe Honoré, autor de la última ilustración publicada en la cuenta de Twitter del semanario. El dibujo, publicado cerca de la hora del ataque, está acompañado por el texto “Los mejores deseos, de hecho” y muestra al líder de la organización yihadista Estado Islámico deseando felicidades “y salud, más que nada”.

También murió el periodista económico Bernard Maris y no se sabía ayer quién es la única mujer fallecida.

Cabu iba a festejar sus 77 años la semana que viene y decía que los islamistas deberían abrir una publicación satírica, para “canalizar” su violencia.