El grupo jihadista Estado Islámico afirmó que fueron dos de sus seguidores quienes cometieron el ataque del miércoles en el que murieron 14 personas en un centro de atención a personas con discapacidad en San Bernardino, Estados Unidos. Poco antes, el FBI había anunciado que se investigaba ese atentado a tiros como un acto de terrorismo, y el presidente Barack Obama aseguró: “No nos aterrorizarán”. La prensa había informado que los atacantes, Syed Farook y su esposa, Tahfeen Malik, llevaban 1.600 balas consigo durante el ataque y tenían otras 4.500 en su casa.