Wilmar Valdez: Quiero dejar en claro que no pienso utilizar mi designación como presidente de la Conmebol para darle ventajas al fútbol uruguayo. Ya vimos cómo terminan esas cosas.

Alejandro Balbi: Pero si Luis Suárez llegara a morder a un jugador otra vez, alguna fuercita para que no lo sancionen de por vida se podría hacer, ¿verdad?

Wilmar Valdez: Ahí sí, pero para hacer justicia, no porque sea uruguayo.

Jorge Barrera: Y si en un partido de la Copa Libertadores la hinchada de Peñarol invade la cancha y quema vivo a uno de los líneas, se podría buscar la manera de evitar que suspendan el estadio, ¿no?

Wilmar Valdez: Claro, pero ahí sería porque el estadio Centenario es Monumento al Fútbol Mundial.

Francisco Casal: Permiso.

Wilmar Valdez: ¡Señor Casal, tanto tiempo! Pase, pase.

Francisco Casal: Traje una botellita de Johnny etiqueta azul.

Jorge Barrera: Siempre tan atento. No se hubiera molestado.

Francisco Casal: Es para mí.

Jorge Barrera: Ah, perdón.

Francisco Casal: Vengo para ajustar los detalles de la venta de los derechos televisivos de la Copa Libertadores 2016 por parte de la Conmebol a Tenfield. Pásenme los números de las cuentas en bancos suizos de los dirigentes que van a decidir, así les giro un pequeño estímulo. A vos, Wilmar, no te voy a dar nada, porque me debés plata. De hecho, tenés que pagarme a mí.

Wilmar Valdez: Claro, por eso no hay problema. Pero ¿será conveniente empezar con este tipo de negociaciones ahora? Hay muchos dirigentes presos.

Francisco Casal: ¿Cómo? ¿Me van a dar la espalda? ¿Después de todo lo que hice por ustedes?

Wilmar Valdez: No, ¿cómo se le ocurre? Ya le armo la lista. Pero digo yo, ¿no habrá manera de dejar mi nombre fuera de esto?

Francisco Casal: ¿Ahora te da vergüenza que te vean conmigo?

Wilmar Valdez: No, no, perdón, no me malinterprete, señor Casal. Che, Balbi, ¿me conseguís el nombre de algún abogado suizo que no cobre muy caro?