Hace nueve años que es el entrenador de la selección y dice que ahora hay más desafíos por delante: tal vez el más difícil de todos. Ante las preguntas, él repregunta. Interpela como en un juego de rol: te pone en circunstancia, no te da la respuesta. O sí. Habla de la preparación de la selección para la Copa América que se jugará en Chile, del proceso de selecciones menores que se incluye en el de la mayor, de juego, desempeño y renovación, de lo que queda por delante. El maestro dice que encontró su lugar en el mundo, y resulta que ese mundo es el más celeste de todos.
-¿Cómo va la preparación de la selección para la Copa América?
-La finalización del Mundial de Brasil fue la finalización de un ciclo de trabajo, en función de las evaluaciones que fuimos haciendo de lo que ha sido este proceso, de las cosas en las que tenemos que apoyarnos, de las renovaciones obligadas que trae el paso del tiempo. A partir de los amistosos de fecha FIFA que se jugaron en 2014, que fueron seis (a los dos primeros no pude ir por problemas de salud, pero estuve muy pendiente), se les dio prioridad a muchos jugadores que habían estado en procesos de selección pero no habían jugado todavía en la mayor. Después sí pude estar presente en los partidos de Arabia y Omán, y en Montevideo y Santiago, y se amplió el nivel de información. Para lo que viene nos vamos a apoyar en el partido de marzo, que hemos estructurado de manera diferente que las fechas FIFA del Mundial 2014. Sólo vamos a aprovechar uno de los dos posibles partidos, pero el tiempo previo lo vamos a utilizar en hacer actividades en conjunto, trabajos de campo, no con la idea de descubrir nada. Tampoco tenemos la ingenuidad de que en dos entrenamientos podamos dar las cosas muy afirmadas, pero va a consistir en repetir muchas cosas, mantener características del equipo y, si es posible, mejorar algunos de los aspectos del juego. Después va a ser la recta final de la preparación. Mientras tanto, hemos empleado el tiempo en tratar de ponernos al día con la realidad de los futbolistas, del nivel de competición, de su estado sanitario y de su forma, y también para apoyar las preparaciones finales de las selecciones juveniles. Lo hicimos con la sub 20 y ahora lo estamos haciendo con la sub 17 en los Sudamericanos y con la sub 20 en la preparación de los mundiales. Ojalá con la sub 17 también. El objetivo primario, la primera meta que tenemos es la Copa América. Este partido es importante porque será el último en el que podamos reunir el equipo [se refiere al partido que Uruguay jugará con Marruecos el 28 de marzo].
-¿Qué expectativas tiene sobre el desempeño de la selección en la Copa América?
-Si uno hace un análisis teórico de este momento de las selecciones mayores en América, que es muy bueno, no hay nada definitivo y recién se va a ver en las primeras confrontaciones. Ésa va a ser la realidad. Pero en función de lo que se ha hecho en el Mundial, de las renovaciones o no que han tenido algunas selecciones en el cuadro comparativo, hay selecciones que por historia, tradición o diferente tipo de poderío van a estar en la conversación, sobre todo Brasil y Argentina. Por otra parte, creo que hay dos selecciones que -esto es una especulación que tiene mucho de teórica y de observar la realidad anterior-, sobre todo por el promedio de edad de sus futbolistas y por sus experiencias anteriores en eliminatorias y en el Mundial, por el tipo de fútbol que han logrado hacer y porque tienen experiencia de largo rodaje, tienen un plus, en la medida en que no sufren procesos de renovación tan fuertes como el que enfrentamos nosotros. Ahora tenemos que ver cómo responden jugadores tan jóvenes y sin experiencia a la hora de las competiciones. Esas dos selecciones son las de Colombia y Chile. Eso implica que sea un desafío mayor el de clasificar y defender un título como el de la Copa América. Más allá de que sea muy difícil, seguimos viéndolo posible porque creo que tenemos una buena estructura básica, jugadores con mucha experiencia. El 28 de marzo tendremos a un futbolista que es representante de cómo empezó todo esto, de perfil muy bajo, que no aparece en los grandes titulares y que cumple 100 partidos con las selección: el Mono Maximiliano Pereira. Eso habla de que tenemos muchas cosas, jugadores vigentes y algunos que están en duda para la Copa América pero que seguramente estarán en la eliminatoria, que dura tres años. Tenemos una lista de jugadores que ya han participado, y en carpeta tenemos a otros, a los que seguimos atentamente aunque no hayan jugado. En resumen, tenemos con qué integrar un plantel con aspiraciones mínimas para afrontar esos desafíos, y queremos darle mucho de lo que queremos hacer, sobre todo de los jugadores que han participado desde 2006. Este partido de marzo tiene esa importancia.
-¿José María Giménez continuará su proceso en la selección mayor, o será tenido en cuenta para el equipo de la sub 20?
-Yo en ningún momento retacearía el concurso de un futbolista para ninguna selección, pero hay que ver todo desde el punto de vista de lo que se ha hecho y del proceso. Los objetivos de las selecciones juveniles, aparte de los objetivos que tienen que ver con la persona y de los específicos de hacer crecer en el acercamiento al futuro profesional, desde el punto de vista futbolístico también consisten en que se alcance un rendimiento que lleve a clasificar a los mundiales, eventualmente a disputar un título, porque participar en un torneo implica esa posibilidad. Me parece que no hay que analizar el hecho de que no hayamos conseguido el título desde el punto de vista de perder un partido definitivo, porque nunca es el mejor momento, y menos por gente que no está especializada. Los profesionales no podemos reaccionar como hinchas. Además, ¿cuál es el otro gran objetivo en esos procesos de trabajo que tienen puntos de contacto con lo que se hace en la selección mayor? Tratar de ver cuál de esos futbolistas, por sus características futbolísticas y personales, puede pasar a la selección mayor. La gran pregunta que hay que hacerse -yo no voy a darle la respuesta- y que hemos discutido con el cuerpo técnico, es: ¿cuáles son los beneficios de que Giménez vaya a una selección sub 20? Capaz que está más cerca de ganar un título. Puede ser, puede que no. No lo sabemos. Pero desde el punto de vista de lo que puede recibir él para aportar a la selección mayor… va independientemente de las circunstancias y de la gran voluntad del futbolista para estar siempre. Desde el punto de vista estratégico, hay que ser lo suficientemente cauto e inteligente para no iniciar gestiones que no van a llegar a nada. Porque si no hay ninguna obligación reglamentaria para ceder un jugador, ahora ni siquiera para los mundiales -antes sí había-, no podemos hacer una gestión para que nos adelanten el no. Lo pondríamos en una situación ambigua que no le hace bien al jugador. Todo esto lo hemos hablado con José María, con Fabián Coito, con neutrales de la Asociación Uruguaya de Fútbol. La realidad de la selección, lo que ha hecho en los partidos que le tocó jugar en la eliminatoria, en el Mundial, donde tuvo que jugar quizá no tan defendido por las oportunidades anteriores. Le tocó jugar un partido con Colombia en el que los dos zagueros titulares de la selección no podían estar; él, que es un jugador muy joven, y otro que también tiene un simbolismo muy importante, Andrés Scotti, uno de los jugadores más veteranos, dijeron presente y tuvieron mucho que ver en el resultado de ese día, que nos llevó a tener otra oportunidad en el repechaje. Más allá de que algunos lo tratan despectivamente, fue lo que nos posibilitó ir al Mundial, y ése va a ser un objetivo siempre, sea como sea la manera de llegar. Entonces, en función de todo eso y de lo que ha hecho en el club que está, me parece que tiene un futuro muy venturoso y auspicioso en la selección. Yo ya lo considero un jugador de la selección mayor.
-¿Cómo ve el proceso de renovación de la selección mayor?
-Ahora hay futbolistas que están cumpliendo este proceso, y en esta sub 20 hemos visto futbolistas que con el aporte de la experiencia, con los niveles a los que están jugando, al aumentar los niveles de exigencia, pueden llegar a la selección mayor. No queremos decir cuáles porque no vamos a adelantar nada. Se dará naturalmente si el proceso de la selección mayor es bueno. Cuando no se dan los resultados, la inserción es más problemática, pero cuando las cosas van bien, es mejor para hacerlo. Nosotros vamos a seguir en lo mismo, con el mismo perfil, con jugadores que tengan potencial técnico, pero además condiciones físicas que les permitan tener rendimientos acordes al fútbol internacional. Nosotros le damos mucha importancia al aspecto físico, no decimos que no importa que no corra. En el fútbol internacional los diez jugadores de campo deben tener condiciones de correr, porque aparte del nivel de concentración, la velocidad de las transiciones, de atacar con el máximo de jugadores que se pueda, más allá de la velocidad a la que ataquen, es fundamental. A su vez, cuando se pierde la pelota, tratar rápidamente de poner la mayor cantidad de jugadores en la defensa no se logra con jugadores que no tengan ese ida y vuelta. ¿Esas condiciones están por debajo? No, están junto a su potencial técnico. ¿Usted se imagina a Lionel Messi lento? Nadie habla de las condiciones físicas de Messi, Sergio Kun Agüero o Luis Suárez. También vamos a seguir trabajando en valores y que se ganen la mayor cantidad de premios Fair Play, para que no se le dé el aspecto despectivo que se le dio después de haber perdido el partido final con Argentina en el sub 20. ¿Usted recuerda quién obtuvo el Fair Play en la Copa América que ganamos? Fue Uruguay. Entonces no va por un lado el Fair Play y por otro el juego, o aquello de que no interesa el Fair Play, sino salir campeón. Si se puede conseguir las dos cosas, mejor. A ninguno se le dice “no metas”. Y a los que sugieren que acá, en el complejo, tenemos que cambiar el discurso a los jugadores les decimos: no saben, porque nunca han estado cuando se les habla. Así como alguna vez hubo algún campeón en este proceso, o actuaciones importantes como en los mundiales, lo hicieron dentro de un marco de corrección, y yo creo en eso. Decir que no se gana porque no se tira a un jugador de una patada para afuera es volver a cosas que nos crearon muchos problemas y que son innecesarias. Son cosas que no se acompasan con el desarrollo que ha tenido el fútbol ni con el desarrollo de la tecnología: nada de lo que pasa dentro de una cancha se pierde. Yo prefiero a los cautos antes que a los vivos, y en eso vamos a seguir.
-Otro torneo que se suma es el de los Juegos Panamericanos en Toronto, del que se hace poca difusión. ¿Cómo se encara ese desafío?
-Es parte del calendario. No es una organización como la de los demás torneos. Está a cargo del Comité Olímpico Internacional. No deja demasiada historia para un proceso de selecciones. Cae en un momento de disputa en el que todas las selecciones están jugando a full: la selección mayor tiene un partido en marzo, la sub 20 también, la sub 17 juega el Sudamericano y la sub 15 empieza a trabajar con actividad internacional. ¿Cómo organiza usted la preparación de una selección que no va a tener ninguna consecuencia para el futuro? Nosotros ya lo hemos sufrido medianamente en los Juegos Olímpicos, ya que no tuvimos mucho tiempo a disposición a los futbolistas. Ni hablar de los Panamericanos de 2011. ¿Usted se acuerda de lo que pasó Juan Verzeri para preparar a esa selección? Si no hay obligación de los clubes de ceder a los futbolistas para un Mundial sub 20, por ejemplo, ¿quién los dará para un Panamericano? ¿Usted le pediría a Gastón Pereiro a Nacional? ¿o Nahitan Nández a Peñarol? ¿A Mauro Arambarri a Defensor? ¿Cómo junta usted una selección de futbolistas de 22 años basada en la sub 20 anterior? ¿Hace venir a Emiliano Velázquez, Guillermo Varela y Gastón Silva para jugar el Panamericano? Yo creo que la Confederación Sudamericana y el Comité Olímpico tendrían que pensar en estas cosas. Además, ¿quién dirige a esa selección? Están todos los cuerpos técnicos abocados a otras tareas: Copa América, eliminatoria, Mundial sub 20 y esperemos que también Mundial sub 17.
-Han transcurrido nueve años desde que asumió como entrenador de la selección. ¿Cómo evalúa esa experiencia?
-Todo nació cuando estuve sin trabajar después de la última experiencia en Boca Juniors, en 2003. En aquel momento pensé mucho en cómo habría que hacer en Uruguay para insertarnos con ciertas posibilidades en este nuevo mundo futbolístico que estaba surgiendo. Mirar la realidad del fútbol que se practicaba en las grandes ligas, por qué no podíamos practicarlo nosotros, cuáles eran sus componentes físicos, éticos, disciplinarios, técnico-tácticos, y estudiar la manera de llevarlo a cabo acá. Es más que probable que entrenadores de etapas anteriores hayan trabajado mejor. Y no es un tema que me quite el sueño; nunca trabajé para considerarme el mejor. Ni lo dije, ni lo voy a decir, ni lo he pensado. Y quizá la satisfacción sea que cosas que en algún momento eran propuestas, casi sueños, se han concretado. En particular, aquello de vincular todos los estamentos de las diferentes selecciones con los mismos objetivos y en función de hacer un camino o un tránsito del futbolista desde que llega, a los 13 años, a la sub 15 hasta que llega a la selección mayor. Quizá todavía no a grandes niveles de consolidación, pero en este momento han participado en la selección mayor Emiliano Velázquez y Gastón Silva, que han sido jugadores de la sub 15. Esas cosas son importantes, así como el tiempo de trabajo y la oportunidad de mejorar que se les ha dado; ellos van a mostrar cómo están, pero nosotros tenemos que darles apoyo. Y después existe satisfacción por algunos resultados deportivos que no buscamos específicamente y que se han dado en este trayecto, como lo de Sudáfrica 2010 y la Copa América de 2011, que han tenido gran repercusión popular. Aún ahora nos agradecen: “¡Lo que han hecho por nuestros hijos!”. Y no fue tan así ni fue la intención, pero se ha reconocido como importante para ellos también. Quizá eso sea lo que me hace pensar que éste ha sido mi lugar en el mundo, y tampoco se debe todo a una cosa que un iluminado pensó. Esto se fue haciendo sobre la marcha, como los zapallos en el carro, que se han ido acomodando. Todo esto ocurrió gracias al aporte de los que han participado, fundamentalmente los futbolistas de la selección mayor: todos. Por lo que han hecho en la cancha, por lo que han transmitido, por lo que han defendido este proceso de trabajo.
-¿Cree que se puede seguir aplicando la misma metodología de trabajo cuando usted ya no esté al frente de la selección?
-El cementerio está lleno de imprescindibles. El paso del tiempo va dando lugar a que otras personas sustituyan a las que puedan no estar por razones de malos resultados, de edad o de nuevos objetivos. Yo creo que esta experiencia debe ser considerada por el que venga luego. No se trata de que siga haciendo todo como hasta ahora, sino de que hay cosas que han servido y son esenciales para la realidad que tenemos en la selección y en el medio interno, a pesar de sus problemas. La significación de este medio es un objetivo permanente que tiene que ver con la selección. Los que vengan quizá, además de hacer cosas buenas en las competiciones de selección, también puedan hacerlo para una visión más global del fútbol uruguayo, y llegar más allá de donde llegamos nosotros. Tampoco descarto que se borre todo y se empiece algo nuevo; a mi no me parecería bien, porque creo que hay muchas cosas que son aprovechables y que incluso han sido reconocidas en el exterior, en otros medios futbolísticos; que han sido imitadas, al igual que hicimos nosotros en esos años sábaticos, al mirar las juveniles del argentino José Pekerman, por ejemplo. En algún momento estuvimos segundos en el ranking FIFA, y yo tengo la foto para mostrarles a mis nietos. No sé si estamos para ocupar esa posición y defenderla. Creo que nuestro mérito pasa por estar entre los 20 primeros, y gracias a lo que hemos hecho junto con los futbolistas hemos logrado estar ahí. Pero estos futbolistas tan vigentes hoy, dentro de siete u ocho años no van a poder estar, ¿y de dónde saldrán los futbolistas? Los procesos de selecciones tienen mucho que ver. Ahí están apareciendo en la sub 20, la sub 17 y la sub 15 los futbolistas que jugarán dentro de poco. Hay que tener ese sentido del tiempo y gente que lo lleve adelante; más allá de que haya personas que en algún momento no estén, otros deben recoger el guante que haya dejado uno y seguir haciendo cosas importantes... y mejores, de ser posible.