Fue en Capurro. Ya habían pasado 167 días desde aquella goleada ante Cerro. En el medio, 24 goles en contra y sólo 11 a favor. Las derrotas fueron nueve y los empates sólo tres. Pero no hay mal que dure 13 fechas. Tacuarembó lo sabe tras el 1-0 que sacó de su visita a Fénix. Sigue siendo el colista de la anual y del descenso, pero en esta última tabla se acordó de sumar seis puntos cuando aún despunta un torneo que es algo así como su último tren. En simultáneo, Rampla Juniors también sumó grueso para la permanencia y mantuvo su invicto además de matar el de El Tanque Sisley, al que derrotó 3-2 en la hora en un partido disputado en el Olímpico. Los vecinos del Prado siguen sin ganar: en el Viera, Wanderers le empató a uno y agónicamente a River Plate.
De oro
Las unidades que lograron tanto el Tacua como Rampla le dieron una bocanada de aire a ambos equipos antes del receso del próximo fin de semana. El equipo del norte de Uruguay llegó al Parque Capurro con la idea de ser protagonista ante Fénix, sabiendo que los puntos frente a un rival directo eran de vital importancia. Primero un gol anulado a Octavio Siqueira y luego la apertura del marcador antes de los 10 minutos por parte del tremendo goleador Aldo Díaz. Un centro de Nicolás Fagúndez encontró al experiente jugador, que definió con un remate de zurda para el 1-0.
Martín Ligüera comenzó a tomar las riendas de su equipo y complicó a los defensas rivales, más lo que inquietaba el panameño Cecilio Waterman. El arquero Jonathan Deniz no quiso ser menos en la visita y le puso un candado a su arco durante los 90 minutos. En la primera parte tapó una pelota importante y en el segundo tiempo le paró un penal a Ligüera que se gritó más que un gol, sabiendo que la casi media hora que quedaba por delante se iba a sufrir.
Rosario Martínez jugó por las bandas con Alejandro Siles de un lado y Waterman del otro, y con la referencia de Lucas Cavallini en el área. Alexander Medina entró para el tramo final pero no pudo. Jorge Castelli le dio ingreso a Fernando Lima y la pelota se amigó con la visita, que pudo salir de su campo. El triunfo 1-0 en la tarde del Capurro cortó la mala racha y les cambia el ánimo a los tacuaremboenses de cara al resto del semestre, sabiendo que aún quedan muchos puntos por sumar pero se va por buen camino.
Rampla Juniors también sonrió en la tarde sabatina frente a El Tanque Sisley en el Olímpico. Fue un encuentro con dos equipos que plantearon cosas diferentes: el local, con Luis Machado de espaldas al arco bajando pelotas y pivoteando cual pivot de básquetbol, Paul Dzeruvs corriendo todas y Richard Núñez poniendo la calma; el equipo de Raúl Möller intentaba sorprender al picapiedra de contraataque. Juan Pablo Péndola puso la ventaja para los fusionados luego de un cabezazo de Yoel Burgueño y un desajuste defensivo local.
Pero antes del descanso los dirigidos por Jorge Barrios lo dieron vuelta gracias a un golazo de Diego Gallo y el tanto de Luis Machado, luego de un tiro libre enviado al área por el capitán Núñez. El 2-1 fue entretenido y era la puerta de entrada a un segundo tiempo con emoción. Burgueño, de penal, colocó el empate cuando Möller ya había puesto a Miguel Murillo en busca de mayor peso ofensivo. Yefferson Moreira vio la roja a dos minutos del final y los picapiedras aprovecharon. Dzeruvs se la jugó, empujó, remató y la pelota se metió abajo para el 3-2. Locura en el Olímpico y puntos que se disfrutan doble en el descenso y permiten soñar.
Mata Galain
La superioridad numérica que Wanderers tuvo durante casi todo el segundo tiempo recién pesó en el último cuarto de hora. Ahí fue que el fútbol bohemio por fin entendió que hay vida por las bandas y gestó los centros que metieron a River Plate contra su arco. El zaguero Galain conectó uno de ellos y empató casi en la hora. Atrás quedaban el enorme recorrido de Herrera, la solvencia de un Marques que jugó de zaguero y las mil pelotas reventadas por Ale. Era el 1-1 definitivo. En 15 minutos y corriendo el riesgo de fracasar en el intento, los bohemios se tomaron en serio un partido que sus rivales jugaron globalmente mejor.
Fue clave el peso en el área del ingresado Gularte, mucho más notorio que el titular Mascia. También, las ganas de un Reymundez que las corrió todas y los lanzamientos de Verges. Es decir: a Wanderers lo salvó el banco. Ese dibujo parecido a un 4-3-3 con el que jugó el complemento rindió más que el esquema inicial, en el que Riolfo no pudo armar ni cuando bajó a buscarla a espaldas del doble cinco.
Por eso, River Plate era un justo ganador al cabo del primer tiempo. Lea Rodríguez anotó el primer tanto de taco, tras la segunda atajada de un Burián importante ante el segundo intento de anotar un gol olímpico a cargo del Bicho Techera. Los darseneros usaron bien las puntas y le sacaron la pelota a un rival al que le gusta tenerla, además de tener una presencia más peligrosa en el área ajena, estirada durante todo el partido. Pero su capacidad de manejo del balón bajó tras la salida de Flores y entonces se volvió indisimulable la expulsión de Innella.
Detalles
M. Wanderers (1): Burián (atento); Paulo Lima, Bueno, Galain (pudo) y M Olivera; Paiva (45’ Verges) (4-3-3: volante por derecha) y Santi Martínez (está); Albarracín, Mati Santos (volvió) (71’ Gularte) (pesó) y Riolfo (puede más) (45’ Reymundez) (a todas); y Mascia (aislado).
DT: Alfredo Arias.
River Plate (1): Gastón Olveira (sí); C Herrera (bien), Marques (sí, de zaguero), Ale (¡pum!) y D Rodríguez; Flores (retuvo) (75’ Montelongo), Innella (golpeó), Gorriarán (doble 5) y Techera (de + a -) (54’ Á Rodríguez) (¿suplente?); y Lea Rodríguez (tic) y M Santos (78’ Rosso).
DT: Guillermo Almada.
Goles: 44’ Lea Rodríguez (RP) y 88’ Galain (MW).
Expulsado: 51’ Innella (RP).