La tabla empieza con River Plate, acompañante de los también líderes provisorios Danubio y Peñarol. Que el estatus les dure a los tres depende de la suerte que corra Atenas cuando juegue su partido pendiente con Rampla Juniors. Pero esa incertidumbre no opaca las certezas que se desprenden de la marcha de los de Guillermo Almada tras el 1-0 de ayer: evolución fecha a fecha, para redondear cuatro etapas de invicto y coleccionar tres victorias seguidas.
El gol llegó cuando promediaba el segundo tiempo, cuando se evidenció que River Plate tenía más que ofrecer que Rentistas. Iba quedando atrás un primer período corrido más que jugado, con situaciones riesgosas de los dos lados. Los darseneros empezaban a tomarle el pulso al partido y su técnico apostaba fuerte. Cinco minutos antes del tanto que definió la tarde, puso al delantero Alexander Rosso por Claudio Innella, su volante más áspero. Entonces, corrió a Fernando Gorriarán de la banda derecha de la línea de volantes al doble cinco. Por la vía de los hechos, pasó a jugar con cuatro delanteros: el ingresado, más Cristian Techera -que hacía lo mismo desde la zurda- y los adelantados Michael Santos y Lea Rodríguez. Con el único gol del Saroldi y otros dos remates de exigencia, en un partido movido pero relativamente parejo, el anotador se quedó, sin discusiones, con el rótulo de mejor de la cancha.
Aunque Rentistas no tuvo una sola jugada de riesgo real en todo el complemento, el sufrimiento volvería a aparecer en la cara de Almada durante el tramo final. En un partido difícil de arbitrar por exceso de fricción, el juez Walter Juncal exageró al mostrarle una roja directa a Gorriarán y dejó al dueño de casa con diez futbolistas. Los ingresos de Ignacio Ratti y de Bruno Montelongo engordaron el medio y trabaron el trámite. Fueron eficaces para evitar que el ingresado Federico Laens contara con buenas compañías a cambio de su visible esfuerzo. Es que Danilo Cóccaro y el Rulo José Pablo Varela pesaron poco y Maximiliano Lombardi se fue apagando. Dio lo mejor en el primer tiempo, cuando entró tempranito por el lesionado Lucas Rodríguez y alternó su andar retacón con toques criteriosos.
Además de saltar al primer lugar del Clausura siempre que Atenas no demuestre lo contrario, River también disfruta de una victoria que le sirvió para alcanzar a Peñarol en la tercera posición de la Tabla Anual. Allí, por donde corre el difuso límite entre las zonas de clasificación a la Libertadores y a la Sudamericana, pisa fuerte un habitué.
El camino de siempre, dijera Jorge Nasser.