Turquía no admite que el Imperio Otomano haya cometido un genocidio contra el pueblo armenio a partir del 24 de abril de 1915, hace 100 años. El gobierno turco llamó ayer a consultas a su embajador en Austria, después de que los seis partidos con representación parlamentaria en ese país emitieran una declaración simbólica en la que reconocen ese genocidio. Existen documentos diplomáticos y religiosos austríacos y alemanes de aquella época, que describen la masacre de armenios en territorio otomano y que intentaron alertar sobre lo que ocurría. “Por la responsabilidad histórica -la monarquía austro-húngara era aliada del Imperio Otomano- es nuestro deber reconocer y condenar esos terribles acontecimientos como genocidio”, señala la declaración austríaca. Sin embargo, Austria aún no reconoce oficialmente el genocidio.

Igual de simbólica -pero no menos fuerte- fue la declaración del presidente alemán, Joachim Gauck, en una ceremonia religiosa que recordó ayer el aniversario. Habló de una “corresponsabilidad e incluso, potencialmente, de una complicidad [alemana] en el genocidio de los armenios”.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo ayer: “Mientras Armenia planea insultar a nuestro país, Turquía estará discutiendo la paz en el evento conmemorativo de la batalla de Galípoli. De ningún modo queremos rivalizar con los actos en Armenia”, afirmó. Su país adelantó un día la conmemoración de la batalla del 25 de abril de 1915, en la que el Imperio Otomano venció a Inglaterra y Francia, de modo que coincide con el aniversario del genocidio armenio.