Zona Oeste de Maldonado dio vuelta la historia. Ayer, como visitante en el Campus Municipal Domingo Burgueño Miguel fernandino, le ganó 2-1 a Maldonado y se clasificó como finalista de la Copa Nacional de Selecciones de la Organización del Fútbol del Interior (OFI). No le quedaba otra y lo sabía: en el juego de ida cayó en Pan de Azúcar 1-0. Para colmo de males, apenas iniciado el trámite de ayer, el lateral derecho, Carlos Díaz, metió un gol en contra que estiró las diferencias a favor de la selección de Liga Mayor. La crónica del partido que hicieron nuestros colegas de Indirecto.com.uy narra que Zona Oeste logró revertir el juego porque “tuvieron el argumento futbolístico y, sobre todo, el agregado anímico para imponerse en una serie de carácter igualada”. Zona Oeste empató a los 23 minutos con otro gol en contra pero en el otro arco. El fatídico instante le tocó a Guido Crespo, volante de Maldonado. A los 68 minutos Diego Ramos metió el cocazo del 2-1, y fue clasificación gracias a los goles convertidos en condición de visitante. Ahora las finales serán con Salto, los días 19 y 26 de abril. Primero en el Dickinson, donde a primera hora también lo harán los sub 18 de Salto y Canelones, y la vuelta (seguramente, ojalá) en Pan de Azúcar.
¿Te das cuenta la adversidad? Eso sucede en el fútbol de gauchos patones, mucho antes de que empiece cualquier partido o campeonato. Todo el tiempo lucha y pasión; todo el tiempo jugar por la ley del deseo y perder tiempo con la familia; algunas veces por billetes, otras por el deleite esférico de la fe. El equipo de Sergio Hernández empezó la revancha 1-0 y, casi sin pestañear, ya estaba 2-0. Reeditando viejos cuentos, como los campeonatos nacionales 1992-1993 y 1995-1996 donde alzó la copa, con la épica de otros años, como la inolvidable gesta de 2010, Zona Oeste se puso arriba en el marcador y defendió 20 minutos con el cuchillo entre los dientes. Tajos por doquier, porque terminaron nueve contra nueve. Pero Zona Oeste, el equipo de la comarca, aguantó y se pondrá su mejor ficha.