Manuela Carmena tuvo que ser convencida por un amigo, el juez de la Audiencia Nacional Ramón Sáez, de postularse en mayo al cargo de alcaldesa de Madrid. “Manuela, son los nuestros. No les podemos dejar solos”, le dijo. Así esta jueza retirada, de 71 años, accedió a ser la candidata por Ahora Madrid, una alianza electoral de izquierda en la que se integraron Podemos, Ganemos, Equo y ex dirigentes de Izquierda Unida.

En las elecciones municipales la más votada no fue ella, sino la veterana dirigente del Partido Popular Esperanza Aguirre, que logró 21 concejales frente a los 20 de Ahora Madrid. Sin embargo, la prensa española informó ayer que finalmente el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) llegó a un acuerdo con Ahora Madrid que le permitirá a Carmena contar con 29 concejales, dos por encima de la mayoría absoluta, y asumir el gobierno de la ciudad. Se preveía que ese acuerdo fuera presentado hoy por la dirigente y por el líder del PSOE en la capital, Antonio Carmona.

En una entrevista con el diario español Público, Carmena se refería a sí misma como “una abuela de 71 años, profesional de la Justicia y de la gestión desde la perspectiva de lo social”. Esta definición dejaba afuera varios aspectos de una trayectoria muy rica y ligada a la historia de España. Por ejemplo, su militancia por los derechos humanos, que le valió varios premios; o su defensa de los derechos de la mujer o de las familias desalojadas durante la crisis económica.

Como profesional de la Justicia, Carmena fue cofundadora de la organización progresista Jueces para la Democracia e integró el Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces, al que accedió a propuesta de Izquierda Unida. Durante el franquismo, Carmena militó en el Partido Comunista de España, al que ingresó en 1965, y en 1977 sufrió de cerca la violencia política cuando un grupo ultraderechista atacó el estudio de abogados laboralistas en el que ella trabajaba y mató a cinco de sus integrantes.

En 2010 se jubiló pero siguió activa y cinco años después, en marzo, Carmena estrenaba su cuenta de Twitter con la frase: “Es posible reinventar la política, y vamos a hacerlo entre todos”. Ahora se encamina a quitarle la alcaldía madrileña a Aguirre, una dirigente emblemática del PP y dos veces presidenta de la Comunidad de Madrid, y a reemplazar en el cargo a otra conservadora, Ana Botella, esposa del ex presidente José María Aznar. “Hablemos de Madrid. ¿Cómo es la capital que deja Ana Botella?”, le preguntó Público, y Carmena resumió: “Triste, sucia, injusta y envejecida”.