Los medios griegos publicaron ayer las últimas medidas que propuso el primer ministro Alexis Tsipras a última hora del domingo. El gobierno griego, que asumió en enero embanderado contra la austeridad, presentó esta propuesta ante la reunión que se celebró ayer entre los ministros de Finanzas de los países de la zona euro.

El Ejecutivo de Tsipras ofrece aumentar el IVA que se aplica a algunos productos, aunque lo reducirá de 6,5% a 6% para los medicamentos y algunos bienes culturales, como los libros y el teatro. De acuerdo con la agencia de noticias Efe, que citó a medios griegos, Atenas piensa mantener tres niveles distintos de IVA (aunque Bruselas y el FMI le pidieron que sólo aplicara dos).

Los servicios de hotelería estaban en la franja más baja (6,5%) y pasarían a pagar 13% de IVA, como ya es el caso de la alimentación y los productos energéticos. Además, el IVA reducido ya no se aplicará en las islas griegas, centro de la actividad turística del país. Griegos Independientes, el partido nacionalista con el que el partido de Tsipras, Syriza, gobierna en coalición, había amenazado con terminar el acuerdo si se cambiaba el régimen impositivo para las islas. Fuentes del gobierno griego aseguraron a Efe que no se cambiará en aquellas islas cuya economía haya sido más afectada por la crisis. Más allá de estas dos franjas más bajas, el IVA que se aplica en general es de 23%.

A estas medidas se sumarán nuevos límites para acceder a la jubilación anticipada, y aumentos de impuestos a las jubilaciones. Entre otras medidas para incrementar la recaudación pública, el Ejecutivo griego piensa crear un impuesto especial de 12% que se aplicará a los beneficios empresariales que superen el medio millón de euros en un año, y también está previsto imponer 3% más a las empresas, por lo que pagarían 29% de impuestos.

Además, Tsipras ofrece reducir el gasto griego de defensa en 200 millones de euros en 2016. El país tiene un alto presupuesto de defensa, algo que se explica en parte por su enemistad histórica con Turquía, por la isla de Chipre, entre otras razones.

Syriza también piensa aplicar impuestos a la publicidad por televisión, aumentar el impuesto al lujo y a la propiedad de yates privados. En total, el gobierno estima que con esta serie de medidas podrá aumentar los ingresos públicos en 8.000 millones de euros entre este año y el que viene.

El Ejecutivo asegura que su principal objetivo es “resolver la cuestión de la deuda” y que por eso piensa trasladar al Mecanismo Europeo de Estabilidad los bonos que ahora son del Banco Central Europeo, para poder renegociar los plazos de devolución y reducir las tasas de interés. Atenas también se compromete a que su superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos sin contar la deuda pública) sea de 1% este año y de 2% el que viene. Tsipras apuesta además a un programa de inversiones, centrado en el desarrollo de infraestructuras y nuevas tecnologías, financiado por ayudas europeas.

Una decisión definitiva sobre Grecia podría tomarse mañana, según el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que calificó las medidas presentadas por Tsipras como “un paso importante”. Agregó: “Confío en que el eurogrupo del miércoles conseguirá un resultado, que se presentará el jueves al Consejo Europeo”.

Grecia debe reembolsar 1.500 millones de euros antes del martes 30, y no podrá hacerlo si la UE, el FMI y el Banco Central Europeo no aceptan seguir prestándole, algo que no piensan hacer mientras no consideren que las medidas que tome el gobierno permitirán sanear la economía.

Mientras tanto, los griegos organizan manifestaciones a favor de seguir en la zona euro, o en apoyo a su gobierno; en contra de que éste haga demasiadas concesiones o para que sí las haga. El domingo fue multitudinaria la marcha de apoyo a Syriza, y ayer miles pidieron que el gobierno haga concesiones. Hoy está prevista una marcha de los comunistas griegos, que probablemente pedirán lo contrario.