Mucho se habló del agua de Maldonado, luego de que algunas muestras arrojaran la presencia de coliformes y luego de que algunos fernandinos arrojaran el agua de la canilla que acababan de tomar, por ser un asquito.

Desde entonces se habló bastante del tema, que estaría resuelto. Sin embargo, desde el Área Hidrobiológica del Laboratorio de OSE fueron más allá y aseguraron que el agua siempre fue potable.

“El agua potable no es pura, contiene toxinas, pero, eso sí, por debajo de ciertos límites”, dijo uno de sus integrantes a un programa de radio cuyo nombre remite al viejo y querido puzzle.

A la salida de la emisora, consultado por nuestro notero, juró que lo que había dicho al aire era cierto. “Nunca dejó de ser potable, te lo digo con las tres manos en el corazón”, manifestó.

“Si hubiera más toxinas las vería gracias a mi visión microscópica y las eliminaría con los rayos de plasma que emito desde los puños”, agregó antes de elevarse gracias a las dos alas emplumadas que salían de su espalda.