EL 26 de febrero del próximo año se elegirá en un congreso extraordinario al nuevo presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), según anunció ayer el todavía presidente de la entidad, el suizo Joseph Blatter, durante una tumultuosa conferencia de prensa, en la que la nota saliente fue la irrupción de un comediante, el inglés Simon Brodkin, que le lanzó una lluvia de billetes en la cara a Blatter. “¿Dónde está la seguridad?”, atinó a decir Blatter, estupefacto por la aparición del cómico británico, antes de interrumpir momentáneamente la conferencia de prensa que recién se había iniciado, en la que el helvético se plantó ante la prensa respondiendo todas las preguntas que le realizaron, algunas de ellas bastante incómodas.

Golpeado, aunque no hundido por la redada del 27 de mayo en la que siete dirigentes de la FIFA fueron detenidos en Zúrich acusados de corrupción, Blatter dijo ayer que no se presentará como candidato en la elección del 26 de febrero. Aseguró que “la FIFA está cooperando con las investigaciones relacionadas con las sospechas de corrupción” y que se conformará un grupo de trabajo de 11 personas para proponer las reformas encaminadas a limpiar la institución con “controles de integridad” a sus miembros. Blatter, de 79 años, dijo también que cuando se retire se dedicará al “periodismo radial” y finalizó su comparecencia ante los medios diciendo que “hasta el 26 de febrero mi misión es defender a la FIFA de los ataques externos”.

Lo que no dijo el presidente de la FIFA es si estará presente el sábado en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde se realizará el sorteo de las eliminatorias para el Mundial de 2018. En el evento participarán al menos tres uruguayos, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Wilmar Valdez, el secretario general de la AUF, Alejandro Balbi, y Diego Forlán, quien tendrá un papel activo en el sorteo junto con otros futbolistas, como el brasileño Ronaldo, el italiano Fabio Cannavaro, el camerunés Samuel Eto’o, el alemán Oliver Bierhoff, el ex arquero ruso Rinat Dasaev y el también ruso Alexander Kerzhakov, una de las principales figuras actuales de la selección anfitriona del próximo Mundial.

Para las selecciones sudamericanas la cita sabatina será trascendente porque se variará el fixture después de cuatro períodos de eliminatorias en los que se había mantenido incambiado. Por lo pronto, el nuevo fixture ya tiene marcados previamente los duelos entre Argentina y Brasil, que se enfrentarán en la tercera fecha (el 13 de noviembre de este año) y en la undécima, que se jugará en marzo de 2017. El camino sudamericano hacia Rusia comenzará en setiembre de este año con la primera fecha, en octubre se jugará la segunda y en noviembre la tercera y la cuarta. Será en esa cuarta etapa que Luis Suárez terminará de cumplir la sanción que le impusieron en el Mundial de Brasil 2014, por lo que el goleador salteño recién volverá a defender oficialmente a la celeste en junio del año que viene, cuando se celebre la quinta fecha de las eliminatorias.

Para los dirigentes sudamericanos, la cita de estos días en San Petersburgo servirá además para la realización de un encuentro el jueves de los jerarcas de las diez asociaciones que integran la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en el que se abordarán varios temas. Algunos serán políticos, como la elección del primer vicepresidente de la entidad, cargo que ocupaba el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel (uno de los detenidos en el operativo de Zúrich realizado el 27 de mayo), pero también se discutirán temas económicos y comerciales, básicamente vinculados a los contratos de televisión, principal fuente de ingresos de la Conmebol.