La patria grande del fútbol cumplió una instancia más por la 12ª Copa Nacional de Clubes. Los partidos de apertura de las llaves por las semifinales tuvieron a los locales como ganadores. En el norte, Wanderers de Artigas venció 3-0 a Río Negro de San José en un partido que tuvo un segundo tiempo complicadísimo, con expulsados, incidentes dentro de la cancha y todos los goles, y logró una buena diferencia de goles que lo deja bien ubicado para jugar la revancha. En Florida, el Nacional local derrotó 3-2 a los carolinos del club San Carlos, por lo que la serie quedó bastante ajustada para la definición. Dentro de una semana se sabrá quiénes serán los dos que se disputarán el máximo trofeo de clubes que otorga la Organización del Fútbol del Interior (OFI).
En la Piedra Alta, el encuentro de ida entre tricolores y albirrojos se disputó en el estadio Campeones Olímpicos. El triunfo de Nacional fue 3-2, resultado que traduce per se lo emocionante y apretado que fue el juego, en particular en el primer tiempo, cuando fueron convertidos cuatro de los cinco goles.
No dieron respiro. A los dos minutos de comenzadas las acciones, cayó el primer tanto para Nacional, de Ezequiel Acosta. Con respuesta inmediata se plantó San Carlos: en el minuto 7, el volante Pablo Moreira marcó la igualdad. Luego, cerca de la media hora de partido, Víctor Álvarez puso desde el punto penal el 2-1 para los tricolores: desborde por la izquierda, recorte, futbolista de blusa blanca al piso ante la barrida del rival y el juez que se agacha señalando el punto penal. Después -cuándo no-, el goleador Guillermo Pacheco clavó el 3-1 al término del primer tiempo, en un veloz contragolpe por la derecha, con una certera definición del elegante delantero.
En el complemento el fútbol siguió siendo intenso, pero no hubo la misma cantidad de goles. Fue recién en los descuentos, en el minuto 93 del encuentro, que Martín Hernández sacó rédito del entrevero en el área tricolor y puso el definitivo descuento para el 3-2 final. Los tricolores floridenses deben de haber quedado con la misma sensación que en el gol de Chile en el estadio Nacional. Andrés Álvarez, ayer meta de los de La Calzada por la ausencia por lesión de Damián Bermúdez, restó con el puño y le salió al medio del área, donde un remate firme pero rebotado terminó atravesando la línea después de la intervención de piernas ajenas y propias. La difinición será el domingo en el Campus Municipal de Maldonado. A los de San Cono les volvió a pasar como en la instancia de octavos de final, cuando le ganaban en su cancha por dos goles a Independiente de Trinidad y en la última jugada del partido los rojos floresinos descontaron, gol que significara la definición por penales en Trinidad. Veremos qué pasa en Maldonado, donde, por disposición de OFI, San Carlos debe ser local esta vez.
El Matías González de Artigas lucía hermoso. Así lo mostraron las imágenes de Canal 8 de Artigas que retransmitió Vera TV, así como lo hizo con el Canal 2 de San Carlos y TVF de Florida, que transmitieron el cruce entre Nacional y San Carlos. Pero en el norte, al contrario de lo que ocurrió en la otra semifinal, los goles (mas no las emociones, que fueron constantes) aparecieron en el segundo tiempo. Luego de terminar empatados sin goles los primeros 45 minutos, el bohemio sacó diferencia de dos en casi cuatro minutos. Primero con el gol que convirtió Cristhian Fagúndez a los 16, tras recoger una pelota que quedó boyando en el área de Río Negro tras un córner: tres fallas en cadena de la defensa cebrita, que ayer mostró un raro uniforme de alternativa rosado con detalles en negro, seguramente terminen en gol, y así ocurrió cuando Fagúndez liquidó al guardameta maragato Eduardo Demaría. Luego, con el tanto facturado por el cañero Luis Martínez Sosa -aquel que debutó en Danubio y jugó en Central Español-, que le ganó en el salto y con la cabeza a la salida de puños del arquero maragato. Sonaron bocinas en el talud de los autos, el griterío bajó desde la tribuna oficial. En el medio, con el marcador 2-0 a favor de Wanderers, hubo algunos incidentes, por lo que el partido estuvo parado durante casi 13 minutos, además de tres jugadores expulsados: Romero en los locales, Espinoza y Falero en los maragatos. Esto dejó a Río Negro con nueve hombres y mucho nerviosismo, dado que la expulsión de Mauricio Espinoza y los inconvenientes para sacarlo de la cancha, acción en la que intervinieron policías, compañeros y rivales, dejaron el juego muy tenso.
Los incidentes, además de insultos, incluyeron objetos que cayeron desde las tribunas. Los árbitros, reunidos en la mitad de la cancha con directivos y la Policía local, manejaron la posibilidad de suspender el partido si no había garantías para continuar jugando. Pasados los minutos, los ánimos se calmaron y la guinda volvió a rodar. Aprovechando la exposición de Río Negro en sus intenciones de acortar el marcador, Wanderers se paró para matar de contragolpe. Tuvo varias ocasiones para desequilibrar, pero cuando no encontró el arco halló al arquero del milrayitas. A los 41 minutos de un partido que se extendió hasta los 58, apareció otra vez el goleador Cristhian Fagúndez y concretó un golazo: encaró por la derecha, enganchó corto con la izquierda y con ésa, su pierna hábil, la puso justa contra el palo derecho. Resultado final: 3-0, y la cosa quedó a pedir de boca para Wanderers. Aun así, los de la tribu maragata siguieron buscando el gol, que estuvo a punto de llegar, si no fuera por una excelente volada y contención del golero brasileño Fabiano Mazzini, que a fines del siglo pasado se formó en Nacional de Montevideo.
En una semana se verán nuevamente las caras, en el Casto Martínez Laguarda de San José. La diferencia parece muy difícil de descontar, sobre todo porque hay mucha paridad en los dos conjuntos (y, conviene decir, ese margen de tres goles fue consecuencia, en buena medida, de las circunstancias del partido). Pero fútbol es fútbol, y hay que jugarlo, y el recinto maragato sabe de grandes hazañas del fútbol de aquella tierra.