Vendrá bien la jornada de descanso que tendrá hoy la selección uruguaya de básquetbol, que ayer, en su segunda presentación en el Preolímpico de México, cayó 78-71 con Panamá. La fecha libre de hoy será importante para recuperar jugadores tras el desgaste de dos encuentros consecutivos, sobre todo porque ayer, en el cierre del partido con los panameños, la merma física se sintió. Los más afectados fueron los internos, posición en la cancha en la que Uruguay no estuvo fino, y Panamá sacó buen rédito. Con Jaime Lloreda (11 rebotes) y Leonardo Pomare (17 puntos más seis rebotes) como dominadores de ambos tableros, más el goleo continuo del veterano Michael Hicks (goleador del partido, con 21 tantos, conocido de cerca por los basquetboleros uruguayos por su gran actuación, la pasada temporada, en Hebraica y Macabi), el triunfo tomó color caribeño. Los celestes jugarán mañana a las 14.00 su tercer partido del grupo, con República Dominicana, y cerrarán su actuación en el grupo A el viernes a las 22.30 con México.
Arrimó la UA
Unión Atlética le ganó a Sayago 93-82, anoche en la cancha de Tabaré y quedó primero en la Liguilla del Torneo Metropolitano, muy cerca del ascenso, a dos fechas del final. Además, anoche Stockolmo, que está segundo, medio punto detrás del líder, derrotó a Larrañaga 76-67 y Nacional superó a Montevideo 89-72.
El Metro seguirá mañana con el partido definitorio por el descenso que jugarán Yale y Verdirrojo a las 20.15 en la cancha de Cordón, y el viernes se jugará la cuarta fecha de la Liguilla, que tendrá los siguientes cruces: Nacional-Unión Atlética, Stockolmo-Sayago y Larrañaga-Montevideo.
El quiebre del partido con los panameños estuvo en el tercer cuarto. El partido era parejo y Uruguay mandaba en el marcador por diferencias que oscilaban entre tres y seis puntos. Pero el aro se cerró en el arranque del segundo tiempo y Panamá metió un parcial de 13-2, y de perder 34-39 pasó a quedar arriba 47-41. En ese tramo del partido dominó el estilo de juego puramente centroamericano -corriendo la cancha en contragolpes o con tiros exteriores cuando la zona se plantaba-, y eso no le hizo bien al equipo dirigido por el argentino Adrián Capelli. Para peor, el cansancio pesó mucho en la pintura, donde los grandotes de Panamá se hicieron fuertes en ambas partes de la cancha, aunque la que más dolió fue su tarea en ofensiva: 40 puntos, casi la mitad de los que marcaron, los consiguieron en el poste bajo, además de generar 12 de segundas chances.
Lo mejor de Uruguay fueron los dos primeros cuartos. La selección celeste fue práctica en la marca y mesurada en el ataque, con buenas rotaciones de bola e intentando dañar con el alto-bajo entre los dos pivotes. En esa tarea sobresalieron Nicolás Borsellino y Reque Newsome, ambos ingresados desde el banco de suplentes. Esos dos cuartos los ganó el equipo uruguayo, el primero 19-15 y el segundo 39-34.
Después, lo del inicio de la nota: Uruguay se olvidó de la marca asfixiante (mejor dicho, no pudo sostener el ritmo) con la que forzó varias veces en la primera línea a Panamá, que le hizo perder varias pelotas al equipo caribeño. Planteado así, y como de amortización se trata, los celestes mandaron por el aro la mayoría de esas bolas para picar en punta.
Así fue hasta el arranque del segundo tiempo, cuando en determinado momento la distancia en contra de los nuestros fue de diez puntos, cuando faltaban 4.44; ésa fue, además, la máxima diferencia del partido. Aunque hubo un acercamiento -fruto, sobre todo, del aporte de Martín Osimani en la conducción y el goleo- y Uruguay se puso a cuatro, 70-66, el reloj fue tirando de la remontada y Panamá se llevó el punto en disputa.
Bruno Fitipaldo lideró el ataque celeste y terminó con 18 puntos, mientras que cuatro jugadores terminaron con 11: Borsellino, Mauricio Aguiar, Mathías Calfani y Osimani.