Villa Teresa llegó con todo al Parque Rodó y pisó fuerte de entrada, decidido a llevarse los tres puntos para el oeste montevideano. Santiago González desperdició una chance increíble, pero sería un llamado de atención para los dirigidos por Juan Tejera. Salió mal el arquero Martín Campaña, la bola le quedó a González y el delantero definió muy suave. Tan suave que Guillermo Fratta, que estaba en la línea viendo qué podía pasar para defender el remate, paró la pelota y pudo salir lo más campante. Los tuertos jugaron ayer con un equipo alternativo. Ni todos titulares ni todos suplentes, pero claro, faltaban los distintos. Brian Lozano, la joyita del club, lo vio desde la tribuna, y en el banco de suplentes estaban el capitán Mauro Arambarri y el goleador Héctor Acuña, entre otros. Es que la viola se juega el pasaje a los cuartos de final de la Copa Sudamericana este jueves con Lanús, y ya había tenido un gran desgaste en el 0-0 del partido de ida contra los granates.
Villa Teresa fue hasta el Franzini y manejó el primer tiempo, no se metió atrás y dominó el sector central de la cancha con el Boya Daniel Pereira y los delanteros González y Diego Martiñones por afuera. Además, tenía en la cancha al loco del fútbol: Omar Pérez. La clave fue un contragolpe perfecto de los de Vito Beato. La pelota la recibió el Rata Diego Martiñones en el centro del área grande, bien cerca de la medialuna, y como con ojos en la nuca vio llegar al Loco Pérez por la izquierda como un delantero, y el nacido en el barrio Palermo la mandó a guardar con gran calidad. Enseguida Defensor fue a buscar el empate. Primero el Tato Santiago Barboza metió un terrible cabezazo, y después un remate violeta dio en el palo derecho de Pablo Tourn. Podría haber sido el empate para los locatarios, pero el triunfo al final del primer tiempo para Villa Teresa era justo. La clase del Loco Omar Pérez sigue intacta.
De pique para el segundo tiempo, Tejera mandó dos variantes y entraron a jugar Mauro Arambarri y Romário Acuña, habituales titulares. De esa manera, la viola le tiró los kilos a Villa Teresa y logró neutralizar las salidas rápidas de los visitantes. Asediado, se replegó un poco, pero el empate para los locatarios llegó de la manera menos pensada. Emilio Zeballos se mandó por la derecha, tiró el centro al medio del área y Omar Pérez, que había hecho uno a favor, la volvió a guardar pero en contra. El Loco la metió en su propio arco con el pecho, y su cara lo decía todo. Con el empate 1-1 se acomodó el equipo defensorista y el partido se emparejó. En la primera que tocó desde su ingreso a la cancha, Maximiliano Russo se mandó por la derecha y remató de manera potentísima para hacer volar a Martín Campaña. Russo, fundamental en el ascenso del Villa a la A, tuvo una participación formidable desde que Vito Beato lo mandó a la cancha. Fue un infierno por el sector derecho, cambió la ofensiva de los visitantes y podría haberle dado el triunfo a su equipo, pero no le dio el tiempo. La última fue un tiro libre para Ademar Martínez, que le pegó bárbaro, al ángulo inferior derecho de Campaña, y el 1, que viene haciendo un campañón, la sacó para que se terminara el match. El empate, si pasamos raya, deja gusto a poco, porque Villa Teresa hizo un poco más que Defensor para llevarse la victoria.