Cada tanto los medios de comunicación hegemónicos dejan pasar la literatura, como si se tratara de un error. Uno de los temas candentes de este verano fue la recolección de basura por parte del Ejército nacional. En estos días el portal del semanario Búsqueda publicó un poema anónimo que “llegó a decenas de oficiales y subalternos a través del whatsapp y el correo electrónico”. La nueva literatura es, así, hija de su tiempo. Ya no necesita una hoja volante o una sección “Cartas de los lectores” en un periódico opositor.

Alguna foto registró al intendente de Montevideo tomando mate mientras observaba trabajar a los militares. Esto es lo que hizo calentar al poeta, que escribió, en casi perfectos octosílabos, unos versos contra la autoridad. En esa distancia se simboliza el supuesto desprecio de la izquierda hacia el soldado:

Mientras él suda y trabaja

Lo mirás y tomás mate

Te pido no lo destrates

En su entrega y sacrificio

Mientras conformás tu vicio

Y él arquea su lomo

No le preguntás el cómo

Ni si llega a fin de mes

Y al hablar decís después

Qué socialistas que somos.

La segunda estrofa reitera esta diferencia sustancial, político-ideológica, tilda de iluminado al intendente, describe como “falsa” su ideología y así.

Luego les prende a los funcionarios municipales: deberían aprender del soldado “que no pregunta y actúa”, porque “entre reclamo y licencia” dejan mal parados a los ciudadanos y los ponen en riesgo sanitario. El último verso de esa estrofa no funciona pero se entiende a qué va.

Parece que el mate del intendente lo jodió pila al poeta anónimo, y enseguida nos cuenta que entre los milicos el mate se toma diferente:

Más bien andá y dejá el mate

Que el Soldado también toma

Pero cuando lo hace va en ronda

Cuando descansa el servicio

Respeta ese sacrificio

Del que te salva en la hora

Él lleva la cantimplora

Aunque tal vez quiera un mate

Y revisá el disparate

De tu actitud sobradora.

Y hasta se mete con la interna del gobierno departamental y le pide a la autoridad que recuerde al soldado cuando negocia con el gremio de los municipales. Le explica que fue la “mala gestión” lo que lo llevó a utilizar a los soldados y cierra el poema destacándolos como ejemplo frente a la autoridad:

Muy lejos de su familia

Y en la basura podrida

Con su actitud decidida

Limpiaron Montevideo

No preguntaron si es feo

Y la juntaron de a quilo

Fiel a tu laya y estilo

Con todo solucionado

Aprendé de los Soldados

Y tomá mate tranquilo.

Al final todo queda como está: el soldado sirviendo a la patria y la autoridad tomando mate. Literatura popular sin picardía o mala literatura política. Todo es demasiado serio, ni hablar: no hay una guiñada, un chiste, algo que haga reír a la tropa. En seis décimas imperfectas sólo hay acusaciones de mala gestión y prejuicios ideológicos similares a los que se le endilgan al adversario.

Aun así, he aquí al personal subalterno haciendo política, anónima y literaria. Material para una “nota de color” en otro enero anodino.

Sujetos

Una versión de este texto fue publicada en el blog sujetossujetados.wordpress.com.