A los 72 años y víctima de un infarto, falleció Carlos Alberto Torres, el mítico capitán de la inolvidable selección de Brasil que salió campeona en el Mundial de México 1970, referencia histórica a la hora de hablar de jogo bonito.

Muere el hombre pero quedan los hechos. Por nombrar uno de la exitosa carrera del ex capitán de la canarinha y de Santos, es necesario recordar el gol que le hizo a Italia en la final de ese Mundial. Fue el 4-1 de un partido memorable: Clodoaldo recibe de Tostão -el 9 de Brasil, que bajó hasta tres cuartos de cancha para recuperar la pelota- y se saca tres italianos de encima en la mitad del terreno; la toca para Rivelino y este, recostado sobre la izquierda, lanza un pase largo para Jairzinho; la jugada continúa con un pase de Jairzinho a Pelé, que aguanta un tiempo para darle el pase justo a Carlos Alberto, que con la fuerza justa y la precisión exacta la cruzó para sentenciar el partido.

La carrera de Carlos Alberto comenzó en Fluminense en 1963, siguió en Santos, donde jugó entre 1964 y 1974, volvió a Fluminense por tres años más, luego pasó a Flamengo en 1977 y, tras un breve paso por el Fla, se fue a New York Cosmos de Estados Unidos a jugar junto a Pelé, equipo en el que se retiró en 1982. Su palmarés rebosaba títulos. Entre los más destacados, con Santos conquistó dos Brasileirão y fue cinco veces campeón del torneo Paulista, además de ganar la Supercopa de campeones intercontinentales en 1968; con Fluminense obtuvo dos campeonatos Carioca; y lo dicho: el máximo logro fue el Mundial de 1970 con Brasil, con la cinta pegada al brazo. Tras un largo período como entrenador, últimamente se desempeñaba como comentarista en el canal brasileño SporTV.

“Me pone triste la muerte de mi amigo y hermano Carlos Alberto, nuestro querido capitán. Recuerdo los tiempos en que jugamos juntos en Santos, en la selección de Brasil y en New York Cosmos. Fuimos campeones en los tres conjuntos, formamos una sociedad vencedora”, declaró Pelé tras enterarse del fallecimiento.